domingo, 30 de marzo de 2008

EL DOCENTE COMO MEDIADOR EDUCATIVO Y LA PERSONA Y SU DESARROLLO HOLISTICO

Desarrollo holístico de la persona

La persona humana, fundamento de la acción educativa

Se sabe que no es posible referirse a la educación del hombre si previamente no se tiene un esbozo de la imagen del hombre que se va a formar. Toda educación se instala en una concepción del hombre, porque aquella acontece en la naturaleza de éste, se vincula a su actividad y tiene que ver esencialmente con su vida, con su fin, con su felicidad, con su conducta. La opinión que tengamos de educación, será, la que tengamos acerca del hombre, de su naturaleza, de su destino, de su fin.

Especial significación tiene en la educación el ser personal del hombre, la dimensión del individuo como persona. Concepto complejo que ha ocasionado, tal vez por la falta de un análisis riguroso del mismo, una profunda desconfianza en el campo de la filosofía y de las ciencias humanas, en las que frecuentemente es usado.

Conceptos como el del valor absoluto de la persona; el de persona como principio consistente de actividad; el de dimensión de trascendencia o apertura personal, frente al hermetismo propio del ser individual; el de dignidad, singularidad, autonomía o libertad…, no son solo descriptivos, sino fundamentalmente evaluativos y constituyen el horizonte de referencia de criterios y normas de educación.

“Este concepto se puede seguir desde una triple actitud según García, V. (1989). Pp 15 las cuales son: orientadora, metodológica y axiológica”.

Ø Desde una actitud orientadora, por cuanto la estructura óntica de la persona constituye una idea directriz y reguladora de la educación. Indica en qué sentido es preciso buscar la realización del hombre; qué es lo que puede contribuir o no a su desarrollo, y cómo hacerlo.
Ø Desde una actitud metodológica por cuanto la persona es, en definitiva, la fuente del que brota el hecho educativo; ella está en el origen y en el fin de la actividad educadora. En el origen, por cuanto la persona está en el centro de la orientación del universo objetivo; en el final, porque la persona, en tanto que más plena y responsablemente poseída en el hombre, es lo que, en definitiva, busca la educación; es la exigencia de perfección y universalidad que ansía el hombre singular y concreto.
Ø Desde una actitud axiológica la persona, origen y fin, va cumpliendo en el proceso de educación, y a través de un horizonte amplio de valores, diferentes etapas de su realización y desarrollo.

Connotaciones pedagógicas de la primacía óntica del ser personal del hombre

Según García, V. (1989). Pp 16 “la primacía óntica, ética y social de la persona son las que nos van a permitir destacar la dimensiones esenciales de la educación”.

La educación como un proceso de personalización

“La noción de persona implica las notas de unidad, totalidad y subsistencia. Decir que un hombre es persona, es decir que en la profundidad de su ser es un “ser en si”, “un ser por si”” según García, V (1989). Pp 16, como un modo propio de tener naturaleza. La persona, por consiguiente, es un absoluto respecto de cualquier otra realidad material o social y de cualquier otra persona humana.

La persona es un valor por sí misma, para la actividad educativa. Esa primacía óntica de la persona se despliega en un ámbito de posibilidades éticas, sociopolíticas y pedagógicas.

ØÉticamente, la dignidad de la persona se cifra en que es la única entidad del universo que tiene capacidad para realizar valores.
ØEn la esfera sociopolítica, la persona no es un medio para la sociedad, sino que ésta tiene su finalidad en la persona; ésta es su fin a la que aquella se ordena, y no puede tener el carácter de medio.
ØEn el ámbito de la educación, toda actividad educativa auténtica ha de centrarse en el desenvolvimiento armónico de la personalidad. El fin de la actividad educativa no radica en el perfeccionamiento de la inteligencia, de la voluntad o en la educación de una capacitación técnica, sino en impulsar el proceso de personalización, mediante el cual el hombre pone en acto sus potencialidades personales.

Por esta razón, menciona García, V (1989) Pp 17 “carece de sentido cualquier actuación “educadora” desde una escuela de masas o desde la noción del escolar “medio” ya que en uno u otro caso la persona se reduce a pura unidad numérica y abstracta, con olvido del proceso de emergencia de la propia personalidad”.

El desarrollo de las potencialidades sociales de la persona

La noción de existencia personal delimita la persona como una síntesis dialéctica de naturaleza y trascendencia, objetividad y subjetividad, mediación y libertad. Naturaleza y trascendencia son principios dialécticos y no términos de la persona.

La educación, como proceso de personalización, permite al hombre realizarse, de un modo singularizado, en el doble sentido individual y social. Por el lado individual, supone un conjunto de mecanismos psicológicos que desarrollan la conciencia de “sí mismos”, el yo que representa toda la rica variedad de dimensiones individuales hasta alcanzar la plenitud adulta y la autorrealización como sujeto individual; pero como proceso de socialización, significa el desenvolvimiento de los aspectos sociales, los de relación con los demás, en toda su complejidad y extensión, la convivencia en la propia comunidad y la asimilación de las pautas de conducta y valores compartidos por los miembros del grupo, que constituyen la faceta psicosocial de la persona, sin la cual el propio proceso de personalización seria irrealizable.

Principios educativos de la persona

Según García, V. (1993). Pp 18 “la metafísica de la persona, además de explicar la naturaleza de la educación, acreditar su génesis y constituir una base teórica de su realización, también proporciona los cimientos de los principios educativos más generales, que pueden ser asumidos por distintas metodologías pedagógicas, ya que giran todas alrededor de la persona”.

Tales principios se encuentran formulados con gran precisión y claridad conceptual y terminológica en la filosofía de la educación de Santo Tomás.

En primer lugar, el docente no infunde el saber al discente, ni se lo impone porque no puede actuar sobre él con una acción directa causativa de la sabiduría. El agente principal e intrínseco de la docencia es el sujeto que aprende.

El agente principal e intrínseco de la docencia es el que se educa. El docente es solamente un agente secundario y extrínseco del proceso docente, cuya función es exclusivamente la de ayudar.

La enseñanza consiste en una cooperación, que tiene como supuesto la operación del alumno. Aprender no es por tanto un puro recibir, sino una verdadera actividad que el alumno ejerce con el auxilio o concurso del maestro.

En segundo lugar, la ayuda que proporciona la función docente consiste en “enseñar” esto es, presentar en signos. Lo cual supone la actividad por parte del discente de “aprender”, o realizar una operación intelectual por la cual, desde estos signos, llega a los significados o conceptos de las cosas que significan.

El docente no hace inteligente al que aprende, sólo le ayuda desde fuera para que éste ejerza su potencia intelectiva.

En tercer lugar, el docente aprende a partir de lo que ya conoce, los primeros principios y las primeras nociones, conocidos ambos por el entendimiento a partir, a su vez, del conocimiento sensible. La ayuda del docente consistirá por tanto en ayudarle a que pueda obtener las conclusiones científicas de estos principios. Los principios no se enseñan y no hay ciencia en ellos. La ciencia esta en las conclusiones, en las verdades demostradas a partir de los primeros principios, los cuales son evidentes y de los que se tiene inteligencia, no ciencia.

El cuarto y último principio es que el docente debe procurar no dificultar la elaboración personal de la ciencia por parte del alumno.

Un “buen método” para enseñar consiste en seguir el orden que requiere la ciencia enseñada, que se convierte así en disciplina. Con ello se eliminan tanto los asuntos inútiles como las repeticiones. Si se presenta lo enseñado en un orden lógico, constituyendo un sistema de conocimientos, quedan removidos estos obstáculos y el alumno puede llegar a las conclusiones o a la ciencia por si mismo, que es lo que el docente busca desarrollar en ellos, que por ellos mismos resuelvan las premisas indicadas en una sesión de aprendizaje, por ejemplo.

Según García Hoz, IDEN, “este orden que facilita la docencia que se presenta al alumno en dos formas complementarias: “puede, el maestro contribuir de dos modos a que el alumno pase de las cosas por él previamente conocidas al conocimiento de las desconocidas. El primero de estos modos es suministrarle algunos medios o auxilios, de los cuales use su entendimiento para adquirir la ciencia, tales como ciertas proposiciones menos universales, que el alumno puede fácilmente juzgar mediante sus previos conocimientos, o dándole ejemplos sensibles o cosas semejantes, o cosas opuestas, etc. El segundo de esos modos consiste en fortalecer el entendimiento del que aprende en cuanto de que se hace ver al alumno la conexión de los principios con las conclusiones”.

El alumno por tanto solo aprende si ayudado por otro, el maestro, inventa o descubre por sí mismo la ciencia que éste último posee y la presenta en signos.

De estos cuatro principios básicos de la doctrina filosófica de la educación de Santo Tomás se desprende que la enseñanza debe estar centrada en el alumno, tiene que estar en función de la persona concreta a la que está destinada. El docente es una persona que actúa de agente secundario, como un instrumento que facilita y ordena el aprendizaje del alumno y ambos siguen la pauta objetiva de la ciencia.


El ser personal

Según Melendo, T. (2001). Pp 25 “en la persona está indicado, en primer lugar, que ella es un ente concreto y singular, es decir, que es un individuo, expresado metafísicamente con el término substancia individual. La persona, además, es una totalidad completa, por lo cual no puede ser ni un accidente, ni un universal, ni una parte substancial, ni una substancia incompleta, ni tampoco una substancia singular común”.

“La persona es una substancia individual incomunicable que posee no solo determinaciones esenciales, sino también características accidentales que no pertenecen intrínsecamente a su naturaleza singular. Por esto cada persona es única e irremplazable”.

La persona no es solo la esencia o naturaleza individual, íntegra y completa, porque, además, también “subsiste” lo que es propio de la entidad substancial. Por tener ésta característica de ser un ente subsistente, la persona es asimismo autónoma e independiente metafísicamente.

Por último según señala García Hoz, V. Pp 84 “el término ente no solo designa al ser, que es lo poseído, sino también al que lo posee o lo tiene, a su sujeto que es la esencia”.


Formación del docente

Los profesores, quienes serán los responsables del aprendizaje de sus alumnos, con todo lo que ello implica, son a su vez aprendices de otros profesores, de los que van a recibir las nociones que les van a permitir crear sus propias concepciones respecto de su labor docente y su rol social.

Entonces es primordial que se reflexione acerca de sus procesos de formación. Para el caso de la formación de los profesores se tiene que tener en cuenta cuál es rol que la educación como fenómeno tenga en la sociedad, la que a su vez va a definir lo anterior según a sus particulares aspiraciones y forma de proyectarse en el tiempo. Pues bien, no es lo mismo esperar de la educación la repetición de un modelo social que preparar un cambio de paradigma, y en este mismo sentido, no es lo mismo un profesor que trabaja por la perpetuación de un sistema, que aquel que lo hace por una transformación.

Según
http://www.educaweb.com/ por Juan Miguel Molina visitada el día 04-12-2007 menciona “en primer lugar el profesor deber ser una persona abierta, serena y tolerante, que asuma ante sus alumnos el papel de mediador y consejero, que domine las nuevas tecnologías, que sea un buen pedagogo, que tenga capacidad para el trabajo en equipo, que sea capaz de orientar personalmente y profesionalmente a los alumnos, que tenga un alto grado de adaptabilidad a las situaciones conflictivas y cambiantes del aula y del contexto social”. La formación docente no puede ser una simple revisión de fórmulas didácticas o un adiestramiento en disciplinas específicas, tiene que ser el espacio que acoja la inquietud del profesor por trascender, el lugar en donde, mediante la reflexión, pueda aclarar su posición respecto de la problemática educativa, su rol en la dinámica social, su forma de entender el mundo. Debe ser el espacio en donde el profesor -en formación o en servicio- pueda hacer conciencia de sí mismo, de su labor y del mundo y pueda confirmar su compromiso con sus alumnos y su proceso de aprendizaje, un compromiso responsable con lo que sus existencias puedan llegar a ser.

Según
http://www.educaweb.com/ por Juan Miguel Molina visitada el día 04-12-2007 menciona “la formación no comienza en la universidad con la habilitación profesional del profesor , es un continuo que comienza, cuando el docente o futuro docente es estudiante en la escuela primaria o antes inclusive, pues no hablamos de destrezas o habilidades simplemente, sino que estamos considerando una actitud ante el mundo, una forma de entender las relaciones sociales que implica una conciencia y un compromiso, y eso viene desde muy atrás. Así, la responsabilidad de la formación de los docentes es una doble responsabilidad, pues afecta a los estudiantes en cuanto estudiante y en cuanto a futuros docentes que a su vez multiplicarán su particular forma de entender la práctica con otros cientos de estudiantes más. Debemos saber, además, que la continua formación docente no termina con la titulación del profesor, sino que se extiende por toda la práctica educativa, incorporando tanto los saberes sistematizados en la llamada formación en servicio -o continua- y los saberes extraídos de la práctica en sí, los que se incorporan como experiencia, sumándose a los saberes propios de la persona que ejerce el oficio docente y que abarcan un espíritu más amplio que la pura educación”.

En todos sus niveles la formación del profesor debe incorporar la reflexión y la crítica, para recuperar la conciencia y el compromiso social. El profesor debe ser capaz de incorporarse a la sociedad, a la interacción con otras personas y a la institucionalidad que las organiza, para estar en condiciones de convertir a la escuela en primer espacio público del niño, creándole posibilidades de percibir, vivir y actuar, interactuando con las múltiples relaciones que mueven a toda la sociedad. En la medida en que el profesor ha aprendido a participar y comprometerse va a tener la capacidad de enseñar a sus alumnos a integrarse a la sociedad y al mundo, de manera que cada quien pueda resguardar su propia individualidad y no hacerse una víctima de la enajenación. Pero hay que tener muy en cuenta que esto, que significa una forma de ver al mundo, se aprende de la cultura, de otras personas.

La identidad de la actividad docente

Cualquier propuesta de formación docente se apoya en un conjunto de reflexiones y supuestos acerca de las tareas que maestros y profesores realizan. Diseñar una preparación especifica para la tarea docente supone analizar todas las dimensiones involucradas en el ejercicio del rol, y a partir de ello definir las cuestiones a ser cubiertas en la formación a fin de posibilitar su desarrollo. Por esta razón, es crucial detenernos en el análisis de la práctica para la que se pretende preparar, aproximamos a la “identidad de la actividad”.

La primera consideración gira en torno a la naturaleza de la función docente. Cabe comenzar estableciendo que se trata de un trabajo; en cuanto tal, sujeto a unas determinadas condiciones materiales que definen y enmarcan las interacciones y caracterizado por un conjunto determinado de saberes, específicos del tipo particular de la actividad laboral de que se trata. La docencia es un trabajo que tiene lugar en instituciones especializadas. Según Diker G. (1997). Pp 94 “la escuela es también el centro de trabajo de los profesores, como el hospital es para el cirujano, etc.” Este centro esta estructurado por medio de recursos y relaciones que pueden hacer que el trabajo sea más fácil o más difícil, remunerador o desalentador.

Entonces, ¿Cuál es la función de este trabajo? En este punto se enfrentan diferentes concepciones acerca de las funciones que desempeñan los docentes en la institución escolar: animador, facilitador, mediador, formador, asistente educacional y social… No siempre las propuestas formativas coinciden con éstas caracterizaciones: abundan los planes de estudio precedidos por consideraciones genéricas acerca de la complejidad de la tarea, la necesidad de formar docentes críticos, capacitados para modos específicos de intervención en el ámbito institucional y en el comunitario, en los que, sin embargo, es imposible encontrar un solo dispositivo concreto, o un conjunto especifico de saberes, de los que sea posible pensar que habrán de conducir tan elevadas aspiraciones.

Por otro lado según menciona la autora antes mencionada, el acuerdo en torno a la multiplicación de funciones que afecta a la definición misma de la tarea docente, difiere de ser general. Por el contrario numerosos especialistas ponen hoy el énfasis en la necesidad de recuperar para el trabajo docente la centralidad de la función de enseñanza. Pero aún en este sentido, como se defina la función de enseñanza dará lugar a propuestas formativa de diversa índole. La formación de los docentes se ha centrado generalmente en modelos negativos de la enseñanza que han dado preferencia a una sola de las tareas pedagógicas: la fase interactiva el “dar la clase”. En este esquema se desatienden no solo las otras fases de la enseñanza (la fase de la planificación, la fase de la evaluación/corrección) sino también las otras tareas pedagógicas no ligadas estrictamente a dar clase, como las entrevistas con los padres, los actos escolares o la participación en la programación institucional. Además, a juzgar por la estructura deductiva de los planes de estudio, se intenta capturar la singularidad en un esquema que permita, a partir de los grandes saberes generales, inferir la acción.

El intento de dar cuenta de la complejidad de la tarea docente ha conducido a análisis de lo más diverso, en los que, a pesar de las concepciones y los supuestos sobre la docencia y la formación presentan divergencias entre los autores, se coincide en enumerar una serie de rasgos característicos del trabajo docente.

Características de la actividad docente

Según Diker, G. (1997). Pp 96 “las características de la actividad docente son las siguientes”:

a) La multiplicidad de tareas que supone el rol docente.

Cualquier listado mínimo de las tareas que efectivamente realiza un docente rebasa rápidamente la definición normativa de la docencia como enseñanza. Diversos autores coinciden en señalar que los docentes hacen muchas otras cosas además de enseñar. Una imagen de los maestros de enseñanza elemental puede ayudar a visualizar este rasgo: “los maestros manejan una gran cantidad de documentación; se encargan de la construcción, el mantenimiento y el aseo de la escuela, se relacionan con los padres y les dan consejos e información, participan en comisiones de cooperación, economía, acción social, deportes y otras, preparan bailes, declamaciones para concursos entre escuelas”. Además cumple con tareas que les asignan sin pago, como promover campañas, organizar comités, presentarse en actos cívicos y políticos oficiales, pasar lista, justificaciones de inasistencias, escuchar a los chicos que se le acercan para contarle cosas personales, leer comunicados de la dirección de la escuela, corregir cuadernos, confeccionar boletines, preparar actos escolares, hacer carteleras, elaborar el registro de asistencia, etc.

b) La variedad de contextos en que estas tareas pueden desempeñarse.

A pesar de que “el sentido común, las tradiciones pedagógicas, el discurso oficial y los mismos docentes han construido históricamente una imagen de maestro notablemente desarraigada de la situación concreta en la que se constituye como tal”, los análisis recientes ponen el acento sobre el hecho de que la tarea docente se desarrolla en escenarios singulares, atravesados por el contexto (puede ser institución privada o pública, ubicación rural, urbana, urbano-marginal, de frontera, etc.) según su organización (puede ser por extensión y distribución de la jornada de trabajo, alumnos agrupados por grados, multigrados, etc.) y también por sus historias.

c) La complejidad del acto pedagógico.

Los análisis tienden a mostrar la multiplicidad de dimensiones que atraviesan la acción educativa, según Gimeno Sacristán, 1991 citado por Diker. G. (1997). Pp 97 “si durante largo tiempo la educación fue demasiado ingenuamente reducida al encuentro de un adulto con un grupo de alumnos independientemente de otros factores, ahora se sabe que las cosas no son tan simples”. De la díada docente/alumno, se paso a la tríada docente/alumno/saber; pero se ha demostrado un análisis que son tantas tríadas que es preferible pensar en la educación como una función de “n” variables, entre las que cabe considerar la sociedad y sus características, el sistema escolar en su conjunto, los programas de enseñanza, los métodos y técnicas en uso, la estructuración del espacio, el sistema de reclutamiento y formación de docentes, la institución escolar, la comunidad, el equipo docente. Por otra parte se ha insistido en la simultaneidad con que inciden estas diferentes dimensiones “pero la práctica es algo fluido, fugaz, difícil de aprender en coordenadas simples y además compleja en tanto en ella se expresan múltiples determinantes, ideas, valores, usos pedagógicos. La pretensión de querer comprender los procesos de enseñanza con cierto rigor implica bucear en los elementos diversos que se entrecruzan e interaccionan en esa práctica tan compleja”. Independientemente del modelo que se utilice, la insistencia está puesta en marcar la complejidad del acto pedagógico.

d) Su inmediatez.

Gimeno Sacristán 1991, citado por Diker Gabriela 1997, menciona que “ha destacado que la simultaneidad con que tiene lugar las situaciones en el aula crea condiciones de inmediatez para el accionar docente”. La inmediatez de los acontecimientos en el aula es algo que nunca podrá olvidar cualquiera que haya estado a cargo de una clase llena de estudiantes, existe una exigencia del aquí y el ahora. Esta inmediatez tiene importancia directa para repensar la naturaleza de los saberes docentes. A veces se define la enseñanza como un asunto muy racional. Estas descripciones destacan a menudo la función de toma de decisiones por parte del profesor o se compara su tarea con la solución de problemas.

e) La indeterminación de las situaciones que se suscitan en el curso del proceso de trabajo docente.

Esta práctica posee un alto grado de indeterminación desde el punto de vista del control racional de las intervenciones y de los efectos, a punto tal que se ha llegado a afirmar que “lo único previsible es la imprevisibilidad”, es aquí donde reside el aspecto más sensible de las reconceptualizaciones de que ha sido objeto el accionar docente en los últimos años: estamos frente a una práctica que reconoce cada vez más su dependencia del contexto singular en que tiene lugar la acción y que procura hacerse cargo de la provisionalidad y generalidad de los saberes que la informan, tanto más cuanto el mundo mismo se ha tomado imprevisible, cambiante y complejo.

f) La implicación personal y el posicionamiento ético que supone la tarea docente.

La tarea docente es una práctica en relación con valores lo que conlleva altos niveles de implicación personal e incide de manera directa en la propuesta pedagógica: “la adopción por el docente de una perspectiva axiológica, ideológica, incide en las formas de vinculación con el conocimiento cuya interiorización se propone y por lo tanto también tiene su expresión en la construcción metodológica”.

Multiplicidad, complejidad, simultaneidad, inmediatez, indeterminación, variedad de contextos, implicación personal y ética; pese a la coincidencia general de identificar estos rasgos como característicos del trabajo docente, no pocas veces el debate pedagógico soslaya la misma complejidad que proclama.

La formación didáctica de los docentes

No es necesario abundar para fundamentar en la importancia de una didáctica en la formación docente. Se trata del saber profesional especifico, aquel que define la función. Si hay algo que caracteriza a los docentes en términos de saber profesional, es el conocimiento acerca de cómo enseñar.

La didáctica “realiza” en el diseño de prácticas específicas, el conjunto de planteos con respecto a la educación. A su manera es una gran integradora, tanto desde el punto de vista teórico como práctico. Por estas características, puede considerárselo un conocimiento eje en la formación de docentes.

Según Diker, G. (1997). Pp 146 “establecida como acuerdo general la centralidad de la formación didáctica en la formación de docentes, resulta necesario especificar de qué tipo de didáctica estamos hablando ¿Cuál es el conocimiento didáctico disponible hoy en día? ¿Qué interés tiene para la formación de maestros y profesores? Estas preguntas conducen a por lo menos tres campos diferentes de producción de conocimientos didácticos”:

ØLa didáctica general, ha producido una fuga hacia las metateorías generando un discurso interpretativo cada vez más alimentado por conceptos del conjunto de las Ciencias Sociales pero cada vez mas alejado de la producción de reglas de acción.
ØLas didácticas especializadas por disciplinas, se han ido afianzando en una situación de reivindicación territorial de sus problemas y de sus conceptos que posiblemente es condición para su construcción como disciplinas pero que dificulta el aprovechamiento de conceptos producidos en una disciplina específica para explorar problemas en otros campos.
ØLas didácticas especializadas por niveles de la enseñanza, luchan con las redefiniciones de su sujeto a que las obligan los procesos de reforma en la conformación estructural del sistema educativo que tiene lugar en diversos países y que modifican la población que asiste a cada nivel; a la vez que deben sostener su referencia con respecto a un campo psicológico notablemente disperso y con tendencia a la especialización por problemas, y no por “momentos evolutivos”.

Cada uno de estos campos tiene sus especialistas y sus tradiciones; sus prioridades investigativas y una instalación en el campo educativo.

Durante años, la llamada Didáctica General ha sido el principal conocimiento didáctico disponible para un docente. Por entonces se proponía que existían unos “principios didácticos generales” que se aplicaban a diferentes tipos de contenidos.

En este estado de cosas, las Didácticas Especiales eran disciplinas que mostraban la aplicación de esos principios a sus contenidos específicos. Aunque reunían algunos desarrollos propios, no se sostenía fuertemente la especificidad del diseño de la enseñanza en función de los contenidos que se pretendía enseñar. En especial se suponía que si al conocimiento experto de la disciplina se agregaba un conocimiento suficiente de Psicología Evolutiva seria posible la aplicación de las estrategias de enseñanza propias de una Didáctica General formalizada a las peculiares características de los niños y los adolescentes en edad escolar.

Este modo de concebir la enseñanza produjo un desarrollo complementario de las llamadas didácticas de nivel, desarrollo favorecido por la clásica tendencia de la formación docente a la especialización por niveles. El principal criterio de definición de didáctica eran los sujetos de la enseñanza de cada nivel: su edad, sus características evolutivas, aun su funcionamiento cognitivo, se tomaron como característicos del nivel y como base para la determinación de procedimientos de enseñanza. Este privilegio de los desarrollos didácticos sesgados sobre todo por criterios evolutivos se vio reforzada por la situación de dependencia respecto de la Psicología en que se colocó la Didáctica en las ultimas décadas, en las que su desarrollo se caracterizó por lo que llaman “disciplinariedad externa”: los temas, los problemas, los métodos de la Didáctica, eran los que le aportaba la Psicología; la del Desarrollo primero, la Educación después.

Según Diker, G. (1997). Pp 152 “la formación esta obligada a dar cuenta de la articulación en la enseñanza de cuatro componentes fundamentales”:

ØLos contenidos de la enseñanza; que, como se sabe, no equivalen a los conocimientos disciplinarios sino que constituyen una construcción didáctica sobre los mismos.
ØLas condiciones de su apropiación desde la perspectiva de quien aprende.
ØLos criterios para construir estrategias de enseñanza en torno a contenidos específicos.
ØLas características de las situaciones específicas en que tendrá lugar la enseñanza, en función de los contextos concretos de actuación.

El perfeccionamiento docente

El problema de la formación docente encuentra un punto crítico en la continuidad de la formación y el desarrollo profesionales. Este aspecto de la formación de maestros y profesores es probablemente el más desatendido en la mayoría de los países. Diversos estudios detallan los problemas que aquejan a los sistemas de “formación postinicial”, “perfeccionamiento en ejercicio”, “formación en curso de empleo”, etc. En general, estos estudios devienen en listas de problemas, categorizados según criterios diversos.

El docente como mediador

Según
http://www.universia.com/ visitada el día 16–09–2007 “uno de los importantes roles que desempeña el docente es el de servir de mediador y no sólo, como se creyó tradicionalmente, transmitir los conocimientos propios de la asignatura que orienta, como profesional cumple con una gran diversidad de tareas a través de los cuales puede aproximar a sus estudiantes a las creaciones culturales de las sociedades mundiales y a las creaciones de su sociedad particular o local”.

No obstante, a pesar de los avances tecnológicos aplicados a la educación, el docente sigue siendo fundamental en la construcción de conocimientos ya que ninguna tecnología podrá sustituir jamás el componente afectivo del acto pedagógico.

Efectivamente, en el acto pedagógico hay una continua interacción entre los estudiantes y de estos con el docente, creando unos valores que difícilmente se darían sin la actividad orientadora del maestro.

Es, precisamente, el docente quien anima a sus estudiantes para que alcancen las metas propuestas, para que descubran y exploten sus capacidades, para que generen hábitos y conductas deseables, para que produzcan en el campo académico y axiológico, para que se conviertan en constructores de su proyecto de vida y para que adquieran, gradualmente, un mayor nivel de responsabilidad y de autonomía.

De otra parte, es bueno anotar que allí no termina la actividad del docente. Por el contrario, podríamos afirmar que esta es secundaria ya que lo primordial es servir de mediador.

El docente, mediante su actividad racional, debe propiciar en sus estudiantes el interés por conocer que él no es un ser aislado, asocial y ahistórico sino que debe saberse como el producto de un continuo proceso de socialización, entendido este como “el juego recíproco entre sujetos y entre ellos y la cultura; siendo allí en este juego recíproco en el que se hace real el dominio o la emancipación del sujeto humano y de los grupos humanos.

Emancipación que no se recibe como un don sino que la logra cada persona mediante su actividad individual con las herramientas que se le han proporcionado.

Según
http://www.universia.com/ visitada el día 16-09-2007 “para que el docente pueda cumplir con su función mediadora debe tener presentes algunas características como son su nivel cultural, el que debe ser constantemente actualizado; el conocimiento amplio de lo que enseña; estar actualizado en las últimas teorías y avances de su asignatura y conocer, además, lo concerniente a otras áreas del saber para que pueda relacionarlos con la suya; propiciar actitudes de respeto, colaboración, integración, tolerancia, cooperación y ayuda mutua; generar que el espacio y tiempo pedagógico se conviertan en un momento de gran interactividad entre sus estudiantes y de estos con él para que, finalmente, logre el propósito fundamental de propiciar en los estudiantes, en un contexto social histórico, el aprendizaje. Si es posible lograr esto podemos afirmar que el docente ha cumplido su función fundamental: servir de mediador”.

Cualidades del mediador

Según
http://www.monografias.com/ elaborado por Eduardo Zurita Gil visitada el día 28-11-2007 menciona que “las principales cualidades que se predican del mediador son”:

Ø Neutralidad: La cualidad más importante de un mediador eficaz es su capacidad de mantener un papel imparcial y neutral en medio de una controversia.
Ø Capacidad: Para abstenerse de proyectar su propio juicio. El rol del mediador es ayudar a que las partes lleguen a un acuerdo cuyos términos sean aceptables para ellas, aun cuando el mediador esté en desacuerdo con la sabiduría o con la justicia de la solución.
Ø Flexibilidad: Debe estimular la fluidez en las comunicaciones.
Ø Inteligencia: Las partes buscan un mediador que les facilite el camino de la resolución, con una mentalidad ágil y eficaz. Debe ser capaz de ver las cuestiones en múltiples niveles, de tratar hechos complejos y de analizar los problemas.
Ø Paciencia: Es importante que el mediador pueda esperar los tiempos necesarios según lo requieran las partes.
Ø Empatía: El mediador debe de ser capaz de valorar las percepciones, miedos e historia que cada parte revele en la discusión. La confianza se instala a partir de esta corriente personal.
Ø Oyente activo: Las partes deben sentir que el mediador ha oído las respectivas presentaciones y dichos.
Ø Imaginativo y hábil en recursos: Es importante que el mediador tenga capacidad de aportar y generar ideas nuevas.
Ø Enérgico y persuasivo: A través de la conducción del proceso, el mediador debe intervenir eficazmente para lograr flexibilidad en las partes, aunque debe dirigir la dinámica y controlar la audiencia sin ser autoritario.
Ø Objetivo: El mediador será más efectivo si permanece desligado del aspecto emocional de la disputa.

Varias de las cualidades del mediador son, en muchos casos, atributos innatos de una persona. Cada mediador posee su propio estilo; no obstante, el adiestramiento y la práctica pueden modificar y perfeccionar la conducta e imagen del mediador.

Al afirmar que el mediador es un facilitador, un vehículo que recupera la comunicación o ayuda a las partes a comunicarse y establecer o restablecer el diálogo con miras a concertar, cabe destacar que el mediador no es juez, abogado, árbitro o cosa parecida; el mediador no decide, recomienda o aconseja; el mediador se limita a conducir el diálogo y orientar el proceso y, utilizando su percepción, las prácticas y entrenamiento adquirido, estimula a las partes a encontrar una solución creativa, mutuamente compartida.



Conclusiones

v La persona humana, que en el ámbito educativo es el estudiante, es el origen y fin de la actividad educadora y cumple con dicho proceso y a través del desarrollo de valores.

v Las definiciones de persona humana son diversas pero todos concluyen en que es un ente concreto y singular y que se le debe estudiar en forma completa, en sus diversos comportamientos.

v Los principios básicamente están resumidos en el sentido de quien se educa (estudiante) donde el docente es solamente un agente secundario y extrínseco cuya función es la de ayudar.

v El docente debe ser una persona consciente de sí misma y de sus actos en donde lo que realice lo haga por voluntad propia y por gusto.

v La formación didáctica del docente consiste básicamente en desarrollar el proceso de enseñanza – aprendizaje (docente - estudiante).

v La formación didáctica de los docentes se puede conducir en tres campos diferentes, tanto en la didáctica general, la didáctica especializada por disciplinas y por niveles de enseñanza.

v Uno de los importantes roles que desempeña el docente es el de servir de mediador y no sólo, como se creyó tradicionalmente, transmitir los conocimientos propios de la asignatura que orienta.

v Para que el docente pueda cumplir con su función mediadora debe tener presentes algunas características como son su nivel cultural, el conocimiento amplio de lo que enseña, además, lo concerniente a otras áreas para que pueda relacionarlos con la suya; propiciar actitudes de respeto, colaboración, integración, generar que el espacio y tiempo pedagógico se conviertan en un momento de gran interactividad entre sus estudiantes y de estos con él para que, finalmente, logre el propósito fundamental de propiciar en los estudiantes, en un contexto social histórico, el aprendizaje. Si es posible lograr esto podemos afirmar que el docente ha cumplido su función fundamental: servir de mediador.



Referencias bibliográficas

v DÍAZ, A. HERNÁNDEZ, G. (1998). Estrategias docentes para un aprendizaje significativo. México: MC GRAW – HILL INTERAMERICANA EDITORES.

v GARCÍA, V. (1993). Introducción general a una pedagogía de la persona. Madrid: RIALP, S.A.

v GARCÍA, V. (1989). El concepto de persona. Madrid: RIALP, S.A. 2º edición.

v MELENDO, T. (2001). Las dimensiones de la persona. Madrid: EDICIONES PALABRA. 2º edición.

v TERIGI, F. DIKER, G. (1997). La formación de maestros y profesores. Argentina: PAIDOS.


Lincografia
http://www.monografias.com/
Visitada: 28 – 11 – 2007
http://www.universia.com/
Visitada: 16 – 09 – 2007
http://www.educaweb.com/
Visitada: 04 – 12 - 2007
LA PREPOSICION
CAPITULO I: LA PREPOSICION


1.1 ¿Qué es la preposición?

Viajo en auto. Circulamos por una carretera. Voy a la playa.

Las palabras en, por, a relacionan palabras, no admiten variaciones de género ni número y no tienen significado léxico propio; sólo lo adquieren en el momento que relacionan palabras, esas son las preposiciones.

Según Carlos Gatti y Jorge Huyese (2002. p 69) “es una categoría invariable que enlaza cualquier clase formal con un sustantivo”. En pocas palabras es un nexo que une elementos de distinta clase o función. Además vincula palabras o construcciones de diferente jerarquía, en otras palabras, une al núcleo con su subordinado, con su modificador. Según la biblioteca Master de Comunicación en su apéndice II “menciona que las preposiciones son invariables y carecen de significado léxico por si mismas, y son llamadas así porque siempre preceden a la palabra que conecta con el sustantivo, el adjetivo, el verbo o el adverbio”. Esta palabra que será un sustantivo, un pronombre o algo equivalente recibe el nombre de término de la preposición.

1.2 Características y función de las preposiciones

Se caracterizan porque:

- Son invariables: no tienen género, número. Es decir, no llevan desinencias: La casa de los primos.
- Son elementos relacionantes; es decir, que ponen en relación una palabra con otra: la casa de Pedro.
- Son átonas
- No pueden aparecer sin su término inmediatamente detrás.
- Subordinan nombres El libro de lengua, pronombres (saldré contigo), oraciones con verbos en forma no personal (digna de ser amada), complementos (directo: amo a Luisa; indirecto: le regalé un libro a Teresa; circunstancial: Miraba el libro con atención; determinativo: entrada con descuento).
- Subordinan proposiciones sustantivas: La idea de que viniera conmigo me emocionaba.

La función de las preposiciones es la de establecer una relación de modificación o subordinación entre dos elementos (el regente o modificado y el término de la preposición). La preposición, junto con su término forma el sintagma preposicional (SP).

1.3 Criterio de estudio de las preposiciones

a. Criterio Semántico
No tiene significación por sí sola, es decir, las palabras que relaciona son las que determinan el sentido de esta categoría.
b. Criterio Morfológico
No sufre variaciones formales, esto es, carece de morfemas.
c. Criterio Sintáctico
Funciona como CONECTIVO, CONECTOR O NEXO SUBORDINANTE, es decir, puede analizar un elemento sintáctico cualquiera con un sustantivo o elemento de valor equivalente.

1.4 Clasificación de las preposiciones

En nuestro idioma existen diecinueve preposiciones, estas son: a, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, en, entre, hacia, hasta, para, por, según, sin, so, sobre y tras. Con excepción de la preposición “hasta” que proviene de la voz árabe “fatta”, las 18 restantes provienen del latín.

1.4.1 Preposiciones Simples

Son aquellas constituidas por una sola palabra, entre ellas se encuentran: a, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, en, entre, hacia, hasta, para, por, según, sin, so, sobre, tras, mediante y durante.

1.4.2 Preposiciones Agrupadas

Son aquellas que se utilizan frecuentemente para matizar el significado de lo que se quiere expresar, es muy común agrupar dos o mas preposiciones, formando así lo que se denomina preposiciones agrupadas o locuciones prepositivas, entre ellas están las siguientes: de por, para con, de entre, por de, desde por, de a, por entre, etc. Entre las locuciones prepositivas se encuentran también algunas preposiciones unidas a adverbios que por ser tan utilizadas se llegan a considerar frases preposicionales, estas son delante de, debajo de, detrás de, encima de, etc.

1.5 Inicio y término de la relación prepositiva

El significado y carácter de la relación que una preposición establece nace de la concurrencia de tres factores: INICIO (cualquier categoría), ENLACE (preposición) y TÉRMINO (sustantivo).

1.5.1 El inicio de una preposición

Es el punto de partida de la relación prepositiva. Puede ser un elemento sintáctico cualquiera. Por ejemplo:

a) SUSTANTIVO: caja (INICIO) con bombones.
b) ADJETIVO: ladrón condenado (INICIO) por todos.
c) PRONOMBRE: uno (INICIO) de ustedes nos ha defraudado.
d) VERBO: regresaré (INICIO) pronto para acompañarte.
e) ADVERBIO: el cementerio encontrábase lejos (INICIO) de mi casa.

1.5.2 El término de una preposición

Se le llama así porque en él termina y se consuma la relación que la preposición establece. Constituye un complemento del inicio de una preposición y por tanto se encuentra en situación subordinada.

El término de una preposición es necesariamente un SUSTANTIVO o elemento equivalente. Pueden actuar como sustantivo: un pronombre, un adjetivo sustantivado, un infinitivo, un adverbio sustantivado (adv. pronominal) y una preposición subordinada sustantiva. Ejemplo:

a) SUSTANTIVO: casa de madera (TERMINO).
b) ADJETIVO: lo echaron por inútil (TERMINO).
c) PRONOMBRE: severo con ellos (TERMINO).
d) ADVERBIO: hemos limpiado hasta aquí (TERMINO).
e) INFINITIVO: les enseñaré a bailar (TERMINO).
f) PREP. SUB. SUST: el temor de que me rechazara (TERMINO) se hizo presente
en mí.

CAPITULO II: LAS PREPOSICIONES. USO Y CORRECCIONES


2.1 Función y significación de las preposiciones

Las preposiciones usuales son a, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, en, entre, hacia, hasta, para, por, según, sin, so, sobre y tras. Todas son de origen latino, menos hasta que es de origen árabe.

v La preposición “a”

Se usa delante del complemento directo sólo cuando éste se refiere a persona.

También cuando se trata de sustantivos apelativos de persona, animal o cosa que son conocidos o determinados. Asimismo, cuando el complemento directo es un pronombre o un sustantivo colectivo referido a persona. En los otros casos, el complemento directo no va introducido por ninguna preposición. Para un mejor entendimiento a continuación se presenta un cuadro resumiendo la mayoría y más comunes usos de esta preposición:

Finalidad
Vine a ayudarte.
Tiempo
Llámame sin falta a las nueve.
Lugar
Se puso a la derecha.
Modo
¿Dejarás el trabajo a medio hacer?
Causa
A pedido nuestro, suspendiese la huelga.
Precio
Venderán ese cuadro a diez mil dólares.
Distancia
De aquí a la universidad hay cinco cuadras.
Medio
Ambos regresaron a pie.
Dirección
Solo tú irás a Cajamarca.

Otros usos de la preposición “a”

’ La preposición “a” cuando va con verbos que no indican movimiento pueden indicar cercanía o proximidad, por ejemplo:
- Solía pararse a la puerta de su casa.
- A la derecha de la Iglesia, hallarás un museo.

’ Asimismo puede indicar distancia, por ejemplo:
- Esta la casa a dos kilómetros.
- La casa está a cinco cuadras del centro de la ciudad.
- Ese pueblo se halla a 200 Km. de la ciudad.


’ La preposición “a” también se usa delante del complemento indirecto. Por ejemplo
- Donaron computadoras a los colegios.

’ Cuando la oración lleva complemento directo, referido a persona y complemento indirecto, la Academia recomienda la supresión de la preposición delante del complemento directo, para evitar su repetición y ambigüedad y colocarlo junto al verbo. Por ejemplo un uso incorrecto que se le da a esta preposición, en este caso es:
- La señora ha recomendado a su hijo al Director; cuando debería ser: La señora ha recomendado su hijo al Director.
- Entregó a los delincuentes a los policías de turno, cuando debería ser: Entregó los delincuentes a los policías de turno.
- La señora ofreció a su hijo a la Virgen, cuando debería ser: La señora ofreció su hijo a la Virgen.
- Maria presentará a su novio a sus padres, cuando debería ser: Maria presentará a su novio a sus padres.

’ Esta preposición también lleva un papel destacado en el acusativo personal (es llamado así porque el complemento directo, cuando es persona o cosa personificada va precedido de la preposición A). En español decimos: “Veo a Pedro” y no “Veo Pedro”, también decimos: “Quiero a Luisa”, y también “Quiero a mi perro” que no es lo mismo decir “quiero mi perro”

’ Algo característico de nuestro idioma es la diferencia entre a con sentido de movimiento y en con valor estático, no dinámico, por ejemplo: “Voy a Madrid”, que no es lo mismo que decir “estoy en Madrid”.

’ Generalmente, el complemento directo no lleva la preposición “a” cuando se refiere a cosas. Pero si ese complemento depende de algún verbo que normalmente se usa con nombres de persona, entonces, el complemento llevará la preposición “a”, ejemplo:
- En ese lugar se ofende a la caridad.

’ En cambio, no llevará la preposición “a” el complemento referido a persona cuando éste depende de un verbo cuyo complemento directo se refiere normalmente a cosas, ejemplo: La gracia trasforma el hombre en Dios. A continuación se listan algunos ejemplos donde se aprecia el uso incorrecto que se le da a esta preposición en este caso específico:
- He regalado a los conejos que me enviaste, debería ser: He regalado a los conejos que me enviaste.
- Se debe cuidar a las ruinas arqueológicas de Chan Chan, debería ser: Se debe cuidar a las ruinas arqueológicas de Chan Chan.
- Resolverá a estos problemas de inmediato, debería ser: Resolverá a estos problemas de inmediato.
- Después de la explosión, encontró a su casa destruida, debería ser: Después de la explosión, encontró a su casa destruida.

’ La preposición “a” se utiliza para situar la localización de algo en un espacio de tiempo inferior a un día, para referirse a la edad y para expresar la fecha, por ejemplo:
- Llegamos a las siete de la noche.
- Aprendió a montar bicicleta a los 15 años.
- El avión partirá a las 6:50 de la tarde.
- Mi prima aprendió a leer a los 8 años.
- A las 11 p.m. nos reuniremos en su casa.

v La preposición “de”

Se utiliza para expresar el contenido o la materia. Se emplea para significar “lleno de” o “hecho exclusivamente de o para”. Para un mejor entendimiento a continuación se presenta un cuadro resumido de los principales usos de esta preposición:


MATERIA
Obsequiaronme una casita de cristal.
ASUNTO
(TEMA) Háblame de tus proyectos.
POSESION
La corbata de mi padre es muy costosa.
PERTENENCIA
Los parques de esta ciudad son elegantes.
TIEMPO
Salio a comprar muy de madrugada
PROCEDENCIA
(ORIGEN) Viene de Cajamarca
CUALIDAD
(CONDICION) Eres una mujer de lucha.
CAUSA
El mozuelo capturado tembló de miedo.
PARTICION
Cinco de los socios protestaron …

’ “De” puede encabezar el AGENTE en la voz pasiva, por ejemplo:
- Los más pequeños fueron contagiados de sarampión. (V. PASIVA)
AGENTE

’ “De” puede preceder a infinitivos.
- Llego el tiempo de abrigarse.
- Ya es hora de dormir.

’ Empleamos “de” como enlace del modificador indirecto en el sujeto como en el predicado.

’ Con “de”, también, se puede formar frases de menosprecio, ironía o amenaza:
- Pobre de ti.
- ¡Ay de ustedes!

’ Con “de” pueden formarse frases verbales; para ello, la preposición precederá a un infinitivo:
- Debe de estar en el club.
- He de recompensar tu generosidad.

’ Como ya anteriormente se mencionó, la preposición “de” expresa el contenido o la materia y se emplea para significar “lleno de” o “hecho exclusivamente de o para”, en cambio, “con” equivale a “con algunos”, “con algo de” “hecho en parte con” o “hecho con parte de”, como por ejemplo:

- A esta hora, acostumbro tomar un vaso de agua.
- Le regalaron un instrumento de viento.
- Le regalaron un anillo de oro blanco.
- En la capital, le robaron el reloj de oro.
- Disculparse de algo.
- Discrepar de una opinión.

v La preposición “en”

Esta preposición sirve para expresar:

ESPACIO
(LUGAR): L o deje en el sofá. / ¿Vives en Lima?
TIEMPO
Vallejo nació en 1892. / Nos mudamos en invierno.
LIMITACIÓN
Era un experto en declamación.
MEDIO
(TRANSPORTE): Regresaremos en avión.
PRECIO
Lo negocio en 300 dólares.

Esta preposición se utiliza para expresar la localización en el espacio, siempre y cuando esta localización sea en el interior del lugar y cuando la localización es en la superficie de un lugar, se utilizan las siguientes preposiciones:

’ La preposición “en /sobre” (=encima de) se emplean cuando la localización es precisa, segura y exacta. Es mucho más frecuente la preposición “en”, por ejemplo:
- Lo vi en la esquina de la calle.
- Lo prendieron en la puerta del teatro.
- Los fines de semana se queda en casa de sus hijos.
- En 1492 ocurrieron sucesos importantes en el mundo.

’ La preposición “en” también se utiliza para referirse a un espacio de tiempo igual o superior a un día, por ejemplo:
- Realizó el trabajo en una semana.
- Suele tener vacaciones en verano.
- Realizó en un día todos los trámites para obtener su visa.
- Terminó el trabajo en un mes exacto.

’ La preposición “sobre” solo se emplea, si hay contacto físico, por ejemplo:
- Puso los libros sobre la mesa.
- Trajo la máquina y la puso sobre el escritorio

’ La preposición “por” expresa una localización vaga, imprecisa, insegura, por ejemplo:
- Iba por la calle cuando lo asaltaron.
- Caminando por la orilla, encontré una perla preciosa.

’ La preposición “entre” indica la localización entre dos puntos espaciales o temporales precisos, por ejemplo:
- El Centro Medico esta entre la cafetería y la biblioteca.
- Encontré la carta entre papeles y documentos.
- El semáforo esta entre la calle Balta y San José.
- La moto quedó atrapada entre la camioneta y el ómnibus.
- Llegaremos entre las 7 y las 8 de la noche.
- El nuevo profesor llegará entre mayo y junio.


v La preposición “para”

Esta preposición sirve para expresar:

APTITUD
(CAPACIDAD): Eres bueno para todo.
Apto para competir.
FINALIDAD
(INTENCION): Lo traje para ti.
Vino para colaborar.
DIRECCION
¿Vendrás para acá?
Voy para tu casa.
Voy para Cuzco.
INMINENCIA DE UN SUCESO
Esta para llover.
OBJETO O FIN
Papel para pintar.
TIEMPO
Lo postergamos para marzo.
Tengo trabajo para un año.
Déjalo para mañana.

’ Con “para” se pueden construir frases verbales seguidas de infinitivos y así denotar inminencia de la acción, como por ejemplo:
- El avión estaba para despegar.
- Estoy para salir.

’ En expresiones familiares se usa “para” como parte de la frase modal “como + para + infinitivo”, por ejemplo:
- La fiesta estaba como para amanecerse.
- El clima esta como para abrigarse.

’ La preposición “para” se usa para enunciar la finalidad o propósito de algo, igualmente para expresar destino o fin de una acción o de un objeto, por ejemplo:
- Estudia para saber.
- Papel para forrar.
- Casas para obreros.

’ También se utiliza para expresar plazo determinado, fijo y concreto, ejemplo:
- La reunión se aplazo para el jueves.

’ También expresa proximidad de la acción, por ejemplo:
- La empanada esta como para comerla.
- Estas para ascender a capitán.

’ Además, expresa dirección determinada del movimiento, pero en este caso no se usa con verbos que indiquen final de movimiento, por ejemplo:
- Salgo para el sur.
- Llegaremos para Piura, esa frase es incorrecto se debería decir, Llegaremos a Piura.

’ También se utiliza la preposición “para” cuando es empleado como prefijo griego que significa “junto a” y se usa para formar compuestos, tales como:
- Paraestatal.
- Paralingüístico.


v La preposición “por”

Sirve para indicar:

CAUSA
Por tu amor, he venido hasta acá.
MODO
Se comunica por señales.
CONCEPTO
Se le tiene por el mejor alumno.
PRECIO
Compro la bicicleta por 200 dólares.
MEDIO (INSTRUMENTO)
Te llamaré por teléfono.
FINALIDAD (BÚSQUEDA)
Preguntó por su hijo.
SUSTITUCION (EQUIVALENCIA)
Salúdale por mí.
LUGAR APROXIMADO
Eso esta por la avenida principal.
TIEMPO APROXIMADO
Te visitare por la tardes.


’ Se usa “por” para expresar en forma vaga o imprecisa, relaciones locales (LUGAR) y temporales (TIEMPO).
- Los niños solían correr por el parque. (LUGAR)
- Puedes encontrarlo por las noches. (TIEMPO)

’ “Por” interviene también en la construcción de frases adverbiales; por lo regular, por sus propios medios, por la fuerza, al por mayor, por poco, por nada, por si acaso, etc.

’ Cuando “por” va seguido de un infinitivo, puede tener dos significados:

a) SIGNIFICADO NEGATIVO
(equivale a “sin”)
- Casa por barrer.
- Libros vendidos y por vender.
b) SIGNIFICA MAS O MENOS
“dispuesto a”
- Estuvo por cantar.
(dispuesto a)

2.2 La palabra afectada por la preposición.

La expresión introducida por una preposición es llamada generalmente “termino” pero esta designación es vaga, puesto que término es cualquier palabra; es mejor distinguirla como “palabra afectada por la preposición” en el siguiente ejemplo se muestra lo siguiente:

Una casa de madera; la preposición “de” establece entre los dos nombres una relación de material y este material esta especificado en “madera”.

En el siguiente ejemplo:

El iba con su novia; “con” establece una relación de compañía entre “iba” y “su novia”, y la compañía esta especificada en “su novia”.

La palabra afectada por la preposición es generalmente un nombre u otra palabra o expresión que haga sus veces: un pronombre o una oración sustantiva, o sea, en infinitivo o precedida de “que” como por ejemplo: Una carrera de bicicletas. Huye de ti. Tiene una casa para veranear. Lo dice para que te enfades.

2.2.1 La aplicación de la preposición a un adjetivo.

La preposición puede estar aplicada a un adjetivo, bien porque éste esté usado como nombre calificativo o bien porque esta sobrentendido un infinitivo que completa una oración sustantivada: “esto te ha pasado por tonto” (esta sobrentendido que le paso lo que le paso por ser tonto).

Hay además locuciones prepositivas que pueden afectar a elementos no nominales como por ejemplo: “rayar en, pasar por, se (o no ser) para” o “de tan”: “eso raya en intolerable”, “pasa por inteligente”, “no es para dicho lo que pasó”, “de tan listo, se pasa”.

2.2.2 La aplicación de la preposición al artículo.

Debe evitarse la interposición de una preposición entre el articulo y el relativo “que” en frases como “la casa en que vives ahora me gusta mas que la en que vivías antes”. En el caso de ese ejemplo debería repetirse el mismo nombre “… que la casa en que vivías antes”; pero hay otros casos en que es fácil dar otro giro a la frase y es preferible hacerlo; sobre todo si el artículo va precedido de otra preposición, lo que aumenta la violencia de la construcción; no esta en contradicción con ninguna regla gramatical la frase “si no sabes el numero de su casa de ahora, manda la carta al de la en que vivía antes” pero la disonancia de esta acumulación de preposiciones se evita fácilmente diciendo, por ejemplo: “… manda la carta a la casa en que vivía antes”.

2.2.3 La unión de dos preposiciones.

No afecta al español la unión de dos preposiciones cuando hay suma de sus respectivos significados en la relación que se trata de expresar, por ejemplo: “desde por la mañana; hasta por la tarde; se veían algunos trozos de cielo por entre las nubes”.

Las preposiciones cuyo significado es más apto pedir el complemento de otra son los de procedencia y dirección (“a, hacia, hasta, de, desde”) respecto de las de situación (“ante, bajo, en, entre, sobre, tras”): “salió tras de un matorral”, pero son pocos los casos en que el uso responde a esa aptitud lógica, como por ejemplo: “a” no se antepone a las preposiciones de situación; “de” puede anteponerse en algunos casos a las preposiciones de situación, como por ejemplo: “lo cogió de sobre la mesa”, “lo sacó de entre la paja”. Pero se usan con mas frecuencia las locuciones presupositivas equivalentes en los casos en que los hay: “de debajo de una piedra”, “encima de la mesa”.

“Hacia”, “hasta” y “por” no disuenan tanto como “a” antepuestos a preposiciones de situación como son los casos: “corrió hacia abajo el puente”, “se elevó hasta sobre las nubes”, “cruzó por sobre las casa”, pero con la construcción natural es con las locuciones prepositivas equivalentes: “hacia debajo del puente”, “hasta encima de las nubes”, “por encima de las casas”.

En cuanto a las preposiciones que no son de lugar “con”, “sin” y “contra” no combinan su significado con el de otras preposiciones. Con “para” existe la expresión “para con” que no es una combinación fáctica, sino una preposición compuesta, como por ejemplo: “afable para con los humildes”, “los deberes para con Dios”. “Según” de acuerdo con su especial carácter, pues no es preposición mas que por la función, puede combinarse, tanto antepuesto, como pospuesta, con cualquier otra, como por ejemplo: “según con quien vayas”, “según para que lo quieras”, “con según que compañías”.



2.3 Elipsis de la preposición

En primer lugar ¿Qué es la elipsis?; es la supresión en la construcción de algún elemento sin que quede afectada la claridad del sentido.

Se produce continuamente en el lenguaje hablado como en el escrito, tanto en el lenguaje familiar como en el literario y es por eso que en esta parte del ya mencionado tema de investigación se estudiaran algunos casos.

Como en el caso del artículo, la preposición repetida puede suprimirse siempre que la preposición no de lugar a que se tomen como formando un conjunto de casos en realidades independientes, como en los siguientes casos: “unos pendientes de oro y platino”, “hemos estado en Cajamarca y Piura”; “pero tiene objetos de oro y de platino” o “yo he estado en Cajamarca y en Piura”; mientras que se puede decir indistintamente “una pulsera de oro o platino” o “una pulsera de oro o de platino”.

2.3.1 Casos en que la elipsis no es posible.

No se suprime la preposición delante de los pronombres: “nos han invitado a ti y a mi”. Tampoco se puede suprimir la preposición si alguno de los nombres lleva un adjetivo que no afecta a los otros: “gusta a los niños y a los hombres maduros”.

Es también necesario repetirla para indicar que un complemento de una de las palabras a que afecta no lo es también de las otras: “aprendió a leer y a escribir con letras de imprenta”.

Si un mismo complemento se refiere a dos verbos, pero con distinta preposición, no se puede eludir el enunciado de las dos preposiciones con el complemento repetido con cada uno: “fue a la fiesta y se divirtió en ella” (no fue y se divirtió en la fiesta). Ahora bien: “hay algunos casos en que el uso autoriza la elipsis”, como por ejemplo: “un viaje de ida y vuelta a Lima”.

La elipsis de la preposición no suena bien en el caso de dos palabras con distinto artículo unidos por conjunción; por ejemplo en: “meter dentro de una cajón o cajones” como la frase completa “meter dentro de un cajón o de cajones”, puede buscarse otra formula: “meter dentro de uno o mas cajones”, “meter dentro de una cajón o de varios”, etc.

2.4 Observaciones en el uso de las preposiciones.

’ Las contracciones gramaticales “al” y “del” cumplen exactamente la misma función sintáctica de las preposiciones, puesto que contienen una preposición, así es el caso de:

a + el= al de + el= del
- Después del banquete, fuimos al templo.

’ La palabra que aparece inmediatamente antes de la preposición no necesariamente es el INICIO de esta ya la ubicación de la preposición es muy flexible, pude ir antes o depuse del INICIO, pero forzosamente agrupada con su TÉRMINO, formando una sola construcción (un todo lógico) imposible de ser desarticulada, ejemplo:


CONSTRUCCION
a) ANTES DEL INICIO = En diciembre, pintaremos la casa.
PREP. TERMINO INICIO
CONSTRUCCION

b) DESPUES DEL INICIO = Pintaremos la casa en diciembre.
INICIO PREP. TERMINO


’ El TÉRMINO de una preposición puede ser a su vez el INICIO de otra preposición, por ejemplo:
TERMINO
INICIO

A) Será expulsado por indisciplina en clase.
INICIO ENL TÉRMINO ENL

(“indisciplinado” es el “TERMINO” de la preposición “por” y a su vez es el INICIO de la preposición “en”)
TERMINO
INICIO

b) Fue elogiada por generosa con sus compañeras.
INICIO ENL TÉRMINO ENL

’ Existen preposiciones agrupadas que establecen una relación compleja en la cual una preposición con su término es al mismo tiempo término de otra preposición, ejemplo:

- Era cruel hasta con sus propios hijos.
- Véndame los bolígrafos de a cinco dólares.
- Salió el fiero animal de entre las chozas.

* Nótese que el significado, variaría si quitásemos en cada ejemplo una de las preposiciones.

’ Las preposiciones no son solo palabras de enlace, pues sirven también para orientar el sentido de la expresión.

- El amo regresó con su criado. (COMPAÑIA)
- El amo regresó sin su criado. (CARENCIA)
- El amo regresó por su criado. (CAUSA)

’ Como se puede ver, no es lo mismo decir:

- Viajar a pie, que, Viajar de pie.
- Sentarse a la mesa, que, Sentarse en la mesa.
- Creer a mi hermano, que, Creer en mi hermano.
- Encontrar algo por el parque, que, Encontrar algo en el parque.
- Pelear con Gustavo, que, Pelar contra Gustavo, etc.

’ La preposición “con” no debe usarse como equivalente de una conjunción copulativa, por ejemplo:


ES INCORRECTO DECIR
- Carola con Danilo salieron.
- Salieron Carola con Danilo.

ES CORRECTO DECIR
- Carola y Danilo salieron.
- Carola salió con Danilo.
’ Las preposiciones “a”, “ante”, “con”, “de”, “en”, “para” y “sin” pueden actuar como preposiciones (si se usan solas y sirven de enlace) o como prefijos (si forman parte inicial de una palabra o raíz)

COMO PREPOSICIONES
- Vinieron a fastidiar.
- Compareció ante el tribunal.
- Ya cumplí con mi amiga.
- Zapatos de charol.
- Debes pensar en tu futuro.
- Llévalo para allá.
- Pantalones sin pasadores.

COMO PREFIJOS
- afónico.
- antebrazo.
- conciudadano.
- deformar.
- encerrado.
- parabrisas.
- sintáctico.
’ No se debe confundir la preposición “bajo” con el adjetivo “bajo” o con el verbo “bajo”, por ejemplo:

- PREPOSICION = Sentábase bajo las ramas estériles del sauce.
- ADJETIVO = ¿Eres el más bajo de tu familia?
- VERBO = Creo que bajo por las escaleras.

’ Se debe distinguir la preposición “entre” del verbo “entre”, por ejemplo:

- PREPOSICION = Esto queda entre tú y yo.
- VERBO = Déjalo que entre rápido.

’ No se debe confundir, además, la preposición “sobre” del sustantivo “sobre” o con el verbo “sobre”, por ejemplo:



- PREPOSICIÓN = Disertaron sobre “El Desastre Nuclear”.
- SUSTANTIVO = ¿Dejaste el sobre en el escritorio?
- VERBO = Espero que sobre algo de dulces.

’ Las preposiciones “cabe” (que también significa “junto a”) y “so” (bajo) prácticamente han caído en desuso dentro del lenguaje coloquial.

’ Además de las 19 preposiciones, existen muchas frases prepositivas (llamadas también modos prepositivos): alrededor de, a cerca de, a pesar de, debajo de, encima de, delante de, detrás de, dentro de, en contra de, en medio de, enfrente de, frente a, junto a, por encima de, etc., por ejemplo:

- Discutieron acerca de lo mismo.
- Lo dejé dentro de la caja.

’ Respecto a es una frase prepositiva que significa “con relación a”. Son formas equivalentes respecto de y con respecto de. En el español escrito actual, la forma mas frecuente es respecto a; la menos frecuente, con respecto a.

’ Las preposiciones no admiten adjetivos: La construcción de algunas preposiciones con adjetivo es muy corriente. Ejemplos:

- Pedro está detrás tuyo ------------ está detrás de ti
- Se puso delante mío -------------- delante de mí
- El libro está debajo tuyo ---------- debajo de ti


’ También puede ser suprimida la “a” cuando convenga distinguir el complemento directo de otro que lleva esa misma partícula. Ejemplo: El juzgado envía dos médicos forenses a la escena del crimen. Prefiero mi hermana a mi hermano.

’ El complemento indirecto, el que indica la persona, animal o cosa que reciben la acción verbal, siempre lleva preposición. Ejemplo: Le dio comida a su perro.

’ La expresión “de que” solamente debe ser usada cuando la palabra anterior sea un SUSTANTIVO o un PARTICIPIO:

ES INCORRECTO
- Tengo la seguridad que vendrá.
- Estoy convencido que me ama.

ES CORRECTO
- Tengo la seguridad de que…
- Estoy convencido de que…

2.5 Correcciones en el uso de las preposiciones

’ Es incorrecto el uso de la preposición “con” con valor de conjunción copulativa, por ejemplo:

FORMA CORRECTA
- Juan y María se casaron.
- Juan se casó con María.
FORMA INCORRECTA
- Juan con Maria se casaron.


’ La construcción sustantivo + a + infinitivo es considerada un galicismo. Debe sustituirse por la preoposición “por” o por otras formas, ejemplo:

FORMA CORRECTA FORMA INCORRECTA
problemas a enfrentar
por enfrentar

que se deben enfrentar
problemas


’ Régimen incorrecto de la preposición “con”:

FORMA CORRECTA
- Discrepar de

FORMA INCORRECTA
- Discrepar con

’ Actualmente se da una tendencia al uso excesivo de la preposición “a” que limita innecesariamente el sistema preposicional español. Por ejemplo:




FORMAS CORRECTAS
- En memoria de
- Dado su estado
- Reposición de
- De acuerdo con
- Sobre la base de
- Diferente de
- Distinto de
- Diverso de
- Desprecio por la ley
- Aviones de reacción
- Con la mayor brevedad
- Cien kilómetros por hora
- En el nivel de

FORMAS INCORRECTAS
- En memoria a
- Dado a su estado
- Reposición a
- De acuerdo a
- A base de, en base a
- Diferente a
- Distinto a
- Diverso a
- Desprecio a la ley
- Aviones a reacción
- A la mayor brevedad
- Cien kilómetros a la hora
- A nivel de

’ Régimen incorrecto de la preposición “de”:

FORMAS CORRECTAS
- Se ocupa en inscribir…
- Reglaos para caballero
- Paso para peatones
- Por consiguiente
FORMAS INCORRECTAS
- Se ocupa de inscribir…
- Regalos de caballero
- Paso de peatones
- De consiguiente

’ Régimen incorrecto de la preposición “en”:


FORMAS CORRECTAS
- Salí con dirección a Ica
- Sentarse a la mesa
- Escultura de bronce
- Voy a casa de mis padres
- Salí con dilección a tu casa
FORMAS INCORRECTAS
- Salí en dirección a Ica
- Sentarse en la mesa
- Escultura en bronce
- Voy en casa de mis padres
- Salí en dirección a tu casa.

’ Régimen incorrecto de la preposición “para”:

FORMAS CORRECTAS
- Pastillas contra la tos.
- Veneno contra ratas

FORMAS INCORRECTAS
- Pastillas para la tos
- Veneno para ratas

’ Régimen incorrecto de la preposición “por”

FORMAS CORRECTAS
- Tiene afición a la música
- De orden del juez
- Me voy para siempre
- Espera a usted.

FORMAS INCORRECTAS
- Tiene afición por la música
- Por orden del juez
- Me voy por siempre
- Espera por usted

’ Régimen incorrecto de la preposición “a”:

FORMAS CORRECTAS
- Cocina de gas
- Olla de presión
- Buque de vapor
- Dolor de oídos
- Con la mayor brevedad

FORMAS INCORRECTAS
- Cocina a gas
- Olla a presión
- Buque a vapor
- Dolor a los oídos
- A la mayor brevedad


’ No debe usarse “a” delante de arriba, abajo, acá, adentro, afuera, porque ya la llevan. Se dice y escribe ven acá, de arriba abajo, etc.

’ No debe emplearse “a” delante de nombres geográficos que actúen como complementos directos. Ejemplo: Visitamos Tetuán. Vimos Francia en dos meses.


CONCLUSIONES


v La preposición es un nexo que une elementos de distinta clase o función. Además vincula palabras o construcciones de diferente jerarquía.

v En nuestro idioma existen diecinueve preposiciones, estas son: a, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, en, entre, hacia, hasta, para, por, según, sin, so, sobre y tras. Con excepción de la preposición “hasta” que proviene de la voz árabe “fatta”, las 18 restantes provienen del latín.

v La expresión introducida por una preposición es llamada generalmente “termino” pero esta designación es vaga, puesto que término es cualquier palabra; es mejor distinguirla como “palabra afectada por la preposición”

v La preposición repetida puede suprimirse siempre que la preposición no de lugar a que se tomen como formando un conjunto de casos en realidades independientes.

v El uso y correcciones de las preposiciones son diversas y se encuentran resumidas y explicadas dentro del marco teórico del trabajo monográfico.



BIBLIOGRAFÍA

v BELLO, A. (1984). Gramática de la lengua castellana. Madrid: EDAF. 11º edición.

v FERNANDEZ, W. Curso completo de lengua española. Lima: SAN MARCOS.
v GATTI, C. Huyese, J. (2002). Elementos de gramática española. Lima: UNIVERSIDAD DEL PACIFICO. 3º edición.

v Gramática. Biblioteca práctica de Comunicación. España: GRUPO OCEANO editorial.

v MOLINER, M. Diccionario de uso español. GREDOS. 2º edición.

v SANTIN, L. (2005). Manual de redacción. Teoría y práctica. México: TRILLAS. 1º edición.

v Teoría y ejercicios de gramática castellana. Universidad de Piura.

v VIVALDI, M. (1999). Curso de redacción. Madrid: PARANINFO.
ARTICULO

COMUNICACIÓN ORAL

Es verdad que tanto los animales como los seres humanos nos distinguimos del resto de los seres (tanto vivos como inertes) por nuestra forma de comunicarnos; pero también es cierto que Dios le ha dado al ser humano esa capacidad casi ilimitada de expresarse[1]. En cuanto al concepto de comunicación, John Zacharis manifiesta lo siguiente:

Cuando definimos el término “comunicación” la mayoría de los individuos sólo se imagina a dos o más personas dialogando tranquilamente, intercambiando ideas y sentimientos de manera oral. La idea no es errónea pero sí incompleta, no existe un solo tipo de comunicación mediante la cual expresamos sentimientos, pensamientos y emociones; dentro de estas alternativas contamos con la comunicación oral, gestual, corporal, escrita, eficaz, simple, etc.

Es por eso que los procesos comunicativos para que sean eficaces deben adaptarse al contexto en donde los estamos practicando y también al tipo de persona, en especial si nos referimos a la comunicación oral ya que en ella no podemos borrar algo después de haberlo dicho, como si sucede en la comunicación escrita.

En la comunicación oral existen características y para reconocerla Hielen Mc Entee Sullivan menciona las siguientes:

Este tipo de comunicación se caracteriza por tener un único código (el idioma) y por utilizar un canal de transmisión que pocos nombran, el aire (las ondas sonoras); la comunicación oral es la más antigua, se da entre dos o más personas.

Se dice que es la más antigua de todas por el simple hecho de que al no existir imprenta, las noticias o los comunicados eran “cantados” por lo juglares, por ende lo único que se utilizaba en esos tiempos eran la cuerdas vocales y el aire para transmitir los mensajes [2].


La comunicación oral, como cualquier tipo de comunicación se destaca por un simple motivo, mantiene contactados a los seres humanos[3], esto quiere decir, si comprendemos a la perfección el mecanismo que se utiliza en la comunicación oral nos daremos cuenta, a su vez, porque ejercer correctamente el idioma es tan importante, según esto Gastón Fernández nos dice que:

El lenguaje nos sirve para construir nuestras ideas, para hacer volar nuestra imaginación y para contactarnos con los demás.

La comunicación oral fue la primera y hasta un largo tiempo la única a causa de no existir la imprenta y otros elementos que se utilizan en la comunicación escrita, a medida que los años transcurrieron, el hombre se dio cuenta que ésta forma de contacto podía modificarse con el objetivo de alcanzar a una mayor cantidad de personas[4], es así como luego nace la comunicación escrita, pero algo anecdótico en cuanto a la comunicación oral según María Victoria Reyzábal nos cuenta:

Es que ésta hace mucho tiempo consistía sólo en gritos y gestos, luego creció para convertirse en un medio rico y hasta complejo; debemos reconocer que la capacidad de transmitir información o el conocimiento adquirido por vía oral resultó un aspecto decisivo para la creación de lo que conocemos hoy como “cultura”.

La comunicación oral nos ha dejado un legado incalculable de valores, normas, hábitos y técnicas que los seres humanos desempeñamos cotidianamente.

En la mayoría de los casos la comunicación oral se encuentra acompañada de una de tipo gestual, esto se debe a que para los seres humanos nos resulta inevitable gesticular cuando hablamos, es una característica espontánea y muy flexible.

Pero esta comunicación tiene sus limitaciones entre ellas podemos nombrar[5]: a) la incapacidad de difundirse fuera de ciertos límites. La comunicación oral sólo puede alcanzar los límites de la voz, o de algún instrumento que haga de ésta un sonido más potente, pero a diferencia de la comunicación escrita, no puede traspasar distritos, regiones o fronteras; b) otra de las desventajas es la interpretación, ¿Cuántas veces hemos peleado o discutido por malinterpretar o confundir un mensaje? La comunicación oral debe ser clara, y para eso debemos estar atentos a lo que se nos comunica escuchando cuidadosamente, en el caso de no entender el punto de la charla se debe pedir al hablante una aclaración; c) por último este tipo de comunicación puede ser negada, todos conocemos la expresión “a las palabras se las lleva el viento”; al no existir documentación que confirme o corrobore lo que se ha dicho, entonces puede ser negado por cualquiera de nosotros.

Es por eso que para lograr una comunicación oral eficaz es necesario tener en cuenta varios aspectos; entre ellos son los que el Ministerio de Educación nos menciona:

El fundamental involucra al idioma mismo; las personas que se comuniquen deben hacerlo a través de un único lenguaje cuyos temas remitan para ambos la misma cosa. Otro de estos aspectos es la escucha, en especial si estamos en un contexto infestado de ruidos o interrupciones. Por último, en caso de no entender correctamente lo que se ha transmitido, debemos pedir una repetición del mensaje y no quedarnos con lo que supuestamente “entendimos”.



“Aunque estos aspectos parezcan obvio, las personas suelen quedarse con aquello mal escuchado y con sus propias ideas sobre lo escuchado, en lugar de solicitar la debida ratificación”.



OBRAS CITADAS


v Fernández De la Torriente, Gastón. (1992). Comunicación oral (cómo hablar correctamente en público). Bogotá, DC: Grupo Editorial Norma. 1º edición.

v Mc Entee Sullivan, Hielen. (2005). Comunicación oral. México, DF: Mc Graw -Hill Interamericana. 2º edición.

v Ministerio de Educación. (2002). Sugerencias para desarrollar la comunicación oral. Lima: -No definido-. 1º edición.

v Reyzábal, María Victoria. (2001). La comunicación oral y su didáctica. Madrid: La Muralla, S.A. 5º edición.

v Zacharis, John C.; Bender Coleman C. (1993). Comunicación Oral: un enfoque racional. México: LIMUSA, S. A. 1º edición.
¿TEXTO O DISCURSO?
CAPITULO I: EL TEXTO

1.1 Concepto de texto

Durante muchos años el concepto de texto y/o discurso ha ido evolucionando desde las diferentes perspectivas de los diferentes autores consecuentes de los estudios que se han realizado con el afán de señalar la igualdad o diferencia entre texto y/o discurso.

A continuación traemos a colación las distintas concepciones de especialistas en la materia:

Aznar, E. et al (1991)
“Habitualmente asimilamos “texto” a “texto escrito”. Sin embargo, a partir de aquí la palabra “texto” tendrá para nosotros un valor más amplio, el de unidad comunicativa tanto oral como escrita. Puesto que la comunicación es inconcebible fuera de de un texto determinado, consideramos que los textos son conjuntos verbales que remiten al contexto en que han sido producidos o, en términos equivalentes, todo texto remite a su enunciación: nos comunicamos a través de textos”

Van Dijk, T (1993)
“Los investigadores alemanes y holandeses que trabajaron, a principios de los años sesenta, en la función científica de la lingüística del texto, no disponían en sus propias lenguas de un concepto transparente de discurso, por lo que optaron por utilizar de manera unánime el termino “texto”, que les era mas familiar, empleando “discurso”, cuando escribían en ingles, para referirse a una entidad marcadamente abstracta”

Núñez, R Del Teso, E (1996)
“El texto es la manifestación lingüística socialmente normal en los procesos de comunicación; esto es, el texto es la unidad mínima de información, de comunicación y de interacción social. Así pues, todo texto, es a la vez, mensaje y acto de habla, o, a la inversa, los mensajes y los actos de habla se ejecutan por medio de texto…”

“El texto puede ser muy breve y simple, estar compuesto por una sola frase, o ser extenso y complejo compuesto de ciento de frases; en todo caso, su condición de texto la adquiere al presentarse como un elemento de intercambio lingüístico, y es el intercambio donde se configura como unidad”

Alain, R; Ulrico, W (1997)
“Se ha impreso muchas páginas y se han dedicado muchas horas de discusión a la pasión inútil de establecer supuestas diferencias existentes entre “texto” y “discurso”. Quien escribe éstas líneas no tiene noticia de ningún caso equiparable en otros ámbitos del conocimiento; lo que unos lingüistas llaman “texto” es precisamente, lo que otros denominan “discurso” y viceversa”

Berko, J; Berstein, N (1999)
“El discurso hace referencia a una expresión prolongada sobre un tema, tanto escrita como oral y un texto se define como un párrafo oral o escrito, de cualquier longitud, que conforma un todo unificado. Por tanto, ambos términos son sinónimos”

Van Dijk, T (1993)
“El termino discurso se aplica a una forma de utilización del lenguaje, a discursos políticos o, más en general, al lenguaje … pero el uso del lenguaje no sólo se limita, por supuesto, al lenguaje hablado, sino incluye el lenguaje escrito (o impreso), la comunicación y la interacción escrita, como en caso de los periódicos, nuestros libros de texto o nuestra correspondencia (correo común o electrónico), de los miles de tipos distintos de textos propios de nuestro trabajo académico o de otros tipos de trabajos”

1.2 Cohesión, coherencia y aceptabilidad del texto

1.2.1 Cohesión del texto

Alain, R. Urich, W (1997), afirma que la estabilidad de un texto, como sucede con cualquier tipo de sistema, se mantiene gracias a la CONTINUIDAD DE ELEMENTOS que la integran.

La noción de “continuidad” se basa, a su vez, en la suposición de que existe una relación entre los diferentes elementos lingüísticos que configuran el texto y la situación en la que el texto mismo se utiliza de hecho, o expresado en términos cognoscitivistas: cada elemento lingüístico es un instrumento eficaz para ACCEDER a otros elementos lingüísticos. El ejemplo más obvio que puede ilustrar este planteamiento es el funcionamiento del sistema SINTÁCTICO que impone patrones organizativos a la SUPERFICIE TEXTUAL (es decir, modela la organización patente de las palabras). Cuando se usa el término “cohesión” se quiere destacar, a fin de cuentas, la función que desempeña la sintaxis en la comunicación.

Debido a que las dependencias gramaticales se establecen a menudo entre elementos que aparecen alejados discursivamente unos de otros, la sintaxis ha de proporcionar patrones homogéneos de varios tipos y de diferentes grados de complejidad en los cuales pueden acomodarse los materiales reales. De ahí que las unidades sintácticas principales sean patrones de dependencias bien marcadas: en primer lugar, el SINTAGMA (compuesto por un núcleo modificado al menos por un elemento dependiente), en segundo lugar, la CLÁUSULA (como unidad compuesta al menos por un sustantivo o un sintagma nominal que concuerda con un verbo o un sintagma verbal) y, en tercer lugar, la ORACIÓN (una unidad compuesta al menos por una cláusula dependiente).

La cohesión existente en el interior del sintagma, de la cláusula o de la oración es más directa y más obvia que la cohesión que se da entre dos o más de estas unidades.

Según Chirinos, J (2003), afirma que la cohesión textual es el fenómeno que establece una relación manifiesta entre los elementos del texto, ésta relación se concretiza en unidades sintácticas y semánticas debidamente entrelazadas. La cohesión se sirve de unos procedimientos que hacen posible la construcción articulada del texto o mensaje: repetición, elipsis, tematización, puntuación, etc.

La cohesión textual se organiza intratextualmente a nivel biplánico:

P. Plano macrotextual: el significado global del texto se organiza de acuerdo a determinados esquemas textuales convencionales o superestructuras. Las superestructuras están dadas por los diferentes tipos de texto: narrativos, descriptivos, etc.
P. Plano microtextual: es la cohesión entre estructuras oracionales sucesivas por medio de procedimientos morfosintácticos y léxico - semánticas: conectores, marcadores textuales, etc.

Algo muy cierto, es lo que afirma Bernárdez, E (1995), es que parece prácticamente imposible crear un texto incoherente; esto es, que no sea aceptado por algún receptor. En general, la aceptación se hará en virtud del contexto, pero si no existe un contexto del que echan mano, el receptor creará uno que permita dar coherencia a lo que se le ofrece como texto. Naturalmente, ello es consecuencia de una premisa básica de la comunicación, que nos remota a Grice; el receptor parte del supuesto de que si el productor emite un mensaje lingüístico, éste tendrá sentido, es decir, será coherente.

1.2.2 Coherencia del texto

En las palabras de Bernárdez, E (1995) la coherencia es una propiedad fundamental de los textos, hasta el punto que podamos definir “texto” como “aquel objeto lingüístico dotado de coherencia”. Y aunque la terminología dista mucho de ser uniforme, podemos decir que superficialmente, en la sucesión de elementos que componen un texto, la coherencia se refleja en una serie de fenómenos a los que nos referimos con la denominación general de cohesión.

La cohesión, sin embargo, no es suficiente. De Beaugrande y Dressler (1981) mencionan “siete estándares de textualidad”: cohesión, coherencia, intencionalidad, aceptabilidad, informatividad, situacionalidad, intertextualidad, donde coherencia se entiende como “las formas en que los componentes del MUNDO TEXTUAL, es decir la configuración de CONCEPTOS Y RELACIONES que subyacen al texto superficial, son mutuamente accesibles y relevantes. Ésta, es la cohesión que viene a equivaler a una “sintaxis textual” mientras que la coherencia se refiere al contenido (más que al significado).

Alain, R (1997), afirma que si el concepto SIGNIFICADO se emplea para designar la capacidad de una expresión lingüística (o de cualquier otro tipo de signo) para representar y para transmitir conocimientos (es decir, significados virtuales), entonces puede usarse el termino SENTIDO para referirse al conocimiento que se transmite de manera efectiva mediante las expresiones que aparecen en el texto. Si bien es cierto que la mayor parte de las expresiones lingüísticas transportan varios significados virtuales, sin embargo, en circunstancias normales, solo poseen un sentido en el texto concreto en el que se usan.

Un texto “tiene sentido” porque el conocimiento activado por las expresiones que lo componen van construyendo, valga la redundancia, una CONTINUIDAD DE SENTIDO. Esto quiere decir, que cuando los receptores detectan la ausencia de continuidad, el texto se convierte en un “sinsentido”, característica normalmente atribuible a la existencia de una serie de desajustes entre la organización de los conceptos o de las relaciones expresadas en el texto y el conocimiento previo del mundo que tienen los receptores. La continuidad del sentido esta en la base de la COHERENCIA, entendida como la regulación de la posibilidad de que los CONCEPTOS y las RELACIONES, que subyacen bajo la superficie textual sean accesibles entre si e interactúan de un modo relevante.

Chirinos, J (2003) dice que la coherencia textual es la propiedad que permite relacionar la información relevante e inherente en un texto, a través de la coherencia textual se organizan los datos y las ideas para dar lugar a una superestructura lógica y comprensible. La coherencia comúnmente se entiende como la conexión de las partes de un todo, es decir, es la relación armoniosa entre conceptos, hechos e ideas que aparecen en un texto con sentido.

La coherencia incluye:

- Cantidad de información; se enuncian los datos o la información pertinente, se debe evitar el exceso de datos que haga engorros lo que ha de decirse.
- Calidad de información: la información debe ser clara, los enunciados deben ser expuestos de manera completa, ordenada buscando siempre que sean comprensibles por el receptor.
- Estructura de la información: cada idea debe ser tratada adecuadamente, siguiendo un orden determinado, para que la presentación de los datos sean bien estructurados y organizados en un texto.

1.2.3 Aceptabilidad del texto

De Beaugrande R; Ulrico, W (1997) explica que un sentido amplio del término, la “aceptabilidad” textual debería subsumirse conceptualmente dentro de la noción de ACEPTACIÓN, entendida como la actividad complaciente que realiza un comunicador para participar en un discurso y para compartir una meta con sus interlocutores. En este sentido, la aceptación es una acción discursiva por derecho propio que supone la integración del comunicador en la interacción discursiva, con todas las consecuencias que de ellos se derivan. Cuando un interlocutor no acepta participar en un intercambio, suele comunicar su decisión convencionalmente mediante señales explicitas del tipo:

Ahora no puedo hablar porque estoy demasiado ocupado
No me interesa hablar de este tema.

Ahora bien, en circunstancias normales los interlocutores asumen como si se tratara de un valor por defecto que participa en una interacción comunicativa implica, en general, la “aceptación” de la dinámica discursiva. Que un hablante acepte colaborar en la consecución de las metas ajenas fijadas por los otros participantes en la interacción comunicativa se justifica por una serie de motivaciones de muy diversa índole. Para que un hablante pueda llevara cabo con éxitos sus intercambios comunicativos ha de poseer la habilidad de detectar o de inferir cuales son las metas que desean conseguir sus interlocutores sobre la base de lo que están diciendo. Por esa misma razón, los productores textuales han de ser capaces de anticiparse a las respuestas de sus receptores, previendo si vana ser favorables o contrarias a la ejecución de su plan. La manera mas habitual de proceder en este terreno es construyendo un modelo interno de los receptores, de sus conocimientos y de sus creencias.

1.3 El discurso como contexto

Berko, J (1999) nos dice que dentro del discurso existen diversos aspectos como:

« Contexto y comprensión

El recuerdo depende la comprensión. Es decir, no se puede recordar lo que no se ha entendido, un hecho que los estudiantes harían bien en tomarse en serio antes de los exámenes.

Consideremos el siguiente párrafo:

Financiado gracias a unas joyas empeñadas, nuestro héroe desafió con gallardía las risas maliciosas que intentaban impedir su proyecto. Vuestros ojos oz engañan, había dicho, un huevo, y no una mesa es la representación exacta de este planeta inexplorado. Tres robustas hermanas buscaban ahora la prueba, avanzando con a través de una vastedad a ratos en calma, pero poblada las mas de las veces de picos y de valles turbulentos. Los días se convirtieron en semanas a medida que muchos escépticos propagaban temibles rumores acerca del borde. Finalmente, saludaba con entusiasmo, aparecieron de la nada aladas criaturas, simbolizando el éxito momentáneo.

Sin poseer ninguna información adicional, pocas personas pueden comprender este pasaje o recordar gran cosa de el. Sin embargo, quienes son informados de antemano de que este tratado de Cristóbal Colon y el descubrimiento de América, lo comprenden con facilidad y recuerdan significativamente más; dicho de otro modo, su esquema de la historia primitiva de América les capacita para entender y, en consecuencia, recordar este pasaje.
1.3.1 Proceso cognoscitivo del discurso

“Van Dijk, T (1998) nos dice que es un hecho bien conocido que una gramática es solo una aproximación teórica a las estructuras reales de emisiones tal como se usan en la interacción comunicativa”. Por lo tanto, la semántica solo especifica las reglas abstractas de la interpretación de oraciones y textos, y no da cuenta de los procesos cognoscitivos utilizados en la producción y comprensión del discurso real. Sin embargo, una teoría empírica de la lengua también necesita modelos que expliquen como se comprende y como se usa el discurso en la comunicación. Sin embargo, trataremos brevemente de los problemas principales del estudio del discurso de la cognición y en la comunicación.

Puesto que los posibles efectos y funciones sociales del discurso en la comunicación dependen de los distintos procesos empleados en la comprensión del discurso, primero daremos cuenta de la dimensión cognoscitiva del uso del discurso. Durante los últimos años, la psicología cognoscitiva y el estudio de la inteligencia artificial han prestado atención cada vez más a los procesos involucrados en la producción del discurso y particularmente en la comprensión del discurso. Repasemos en primer lugar las diferentes fases y factores que caracterizan los procesos involucrados en la comprensión del discurso. Para entender los principios básicos de un tal modelo del procesamiento cognoscitivo del discurso, hay que introducir algunas nociones nuevas. Una central, necesaria para ese modelo cognoscitivo, es el de la memoria. En la memoria almacenamos la información que sale de nuestros diversos sentidos. Por varios motivos nos conviene hacer una distinción teórica entre dos tipos de memoria, la memoria de corto plazo y la memoria a largo plazo.

A grandes rasgos, memoria a corto plazo es necesaria para la manipulación de información que requiere poco tiempo para ser procesada, por ejemplo, cuando queremos comprender sonidos, palabras, frases y oraciones. Una de las características de MCP es que su capacidad es limitada: cuando esta “llena”, es necesario que se vacíe, por lo menos parcialmente, antes de que pueda recibir nueva información. Estos principios básicos también operan en la comprensión del discurso. Un lector/oyente se enfrentará primero con señales percibidas visual o auditivamente. Éstas serán comparadas con el conocimiento fonológico sistemático que el oyente tenga de la lengua, e interpretadas como fonemas y secuencias de fonemas. Lo mismo pasa con las palabras y grupos de palabras que se cotejan con el léxico y con las reglas sistemáticas de la lengua. Es importante notar que un modelo cognoscitivo esta asignación de estructuras a palabras y frases no sigue las reglas tal y como se explican en gramática. Durante la comprensión del discurso opera esencialmente el mismo proceso, pero como ya tenemos que tratar secuencias de oraciones, las limitaciones de la capacidad de MCP comienzan o a desempeñar un papel importante. Así que una de las primeras tareas de un modelo de la comprensión del discurso es la de organizar y reducir grandes cantidades de información muy compleja.

La siguiente tarea de un modelo de la comprensión del discurso es la de relacionar la información obtenida de la oraciones subsiguientes de un discurso. Es decir, un lector/oyente solo podrá entender un discurso cuando le asigna la necesaria coherencia. Para poder hacer eso, primero tendrá que conectar las oraciones semánticamente, de manera muy parecida a la que describimos en términos abstractos.

La siguiente fase en la comprensión del discurso es el almacenamiento de información semántica en la memoria a largo plazo. El principio básico que subyace a este proceso de almacenamiento es que la estructura de la información textual en MCP es la estructura que se le asigne al discurso durante su comprensión en MCP. Claro que puede ocurrir una reinterpretación de la información pero esto significa que la información tiene que regresar a MCP, donde se le asignará una nueva estructura. Se deduce de este principio que la información textual se representa primero por medio de proposiciones organizadas en HECHOS. Estos hechos están conectados linealmente por relaciones condicionales, mientras que sus participantes pueden ser vinculados por medio de la identidad.

La ultima fase en le procesamiento del discurso es la recuperación y la (re) producción de información en MLP. Aunque sabemos poco de las diversas operaciones de recuperación, el modelo descrito arriba no sugiere que estas operaciones en principio “trabajarán” la organización estructural de la información tal como esta almacenada en MLP. Así, las unidades que están relacionadas mediante muchos vínculos a otras unidades del texto a otras unidades en la memoria serán las más accesibles durante la búsqueda recuperativa. Hay por lo menos dos clases de recuperación que intervienen en el procesamiento del discurso: la del recuerdo y la del reconocimiento.

1.3.2 Reglas implícitas del discurso

Berko, J (1999) haciendo referencia a Paul Grice (1975) afirma que éste enunció cuatro reglas implícitas para el discurso eficiente, conocidas también como máximas conversacionales. Estas “máximas” han de entenderse como estrategias y preceptos, y no como “reglas” en el sentido previsto por Searle. Estas máximas hacen referencia a directrices concisas sobre las pautas que han de observarse:

Máxima de calidad: esta máxima según De Beaugrande, R (1997) tiene que ver con la sinceridad: “no diga aquello que crea que es falso, ni aquello de lo que carezca de pruebas”. Esta máxima se aplica de un modo mucho mas extremadamente riguroso en los textos científicos que en la conservación cotidiana, aunque en ésta sea lo normal entender que decir la verdad es casi una obligación social. El incumplimiento de la máxima de sinceridad puede estar motivado por la intención de, por ejemplo, ocultar algo que se ha hecho mas, como sucede en la situación siguiente:

- ¿Qué hacia ahí dentro?
- Nada
- ¡Cómo que nada! Mira tus manos ¡Y mira tus manos! ¿Qué es esa porquería?
- No lo se, tía.
- ¿Ah, no? Yo sí sé lo que es. Es mermelada, eso es lo que es. Te he dicho cuarenta veces que si no dejabas en paz esa mermelada, te zurraría. Tráeme la vara inmediatamente.

Por otro lado, Berko, J (1999) afirma que esta máxima se caracteriza en que los hablantes deben decir la verdad como la conocen o reconocer las dudas que tengan sobre lo que están contando.

Máxima de manera: esta máxima se refiere a los modos en que los textos pueden organizarse (internamente) y comunicarse (externamente). Grice (en comunicación personal a Robert de Beaugrande) se planteo la máxima originaria de la forma siguiente: “Actúe de manera que las intenciones que usted tiene acerca de lo que va a decir estén expresadas con claridad”. Esta reorientación es coherente con el enfoque que tenia Grice sobre el significado intencionado, al cual se le añade ahora una condición de claridad. (De Beaugrande, R 1997; P 179).

Berko, J (1999) afirma que en esta máxima los hablantes deben esforzarse por mostrarse claros e inequívocos, y no prolijos y desorganizados.

Máxima de cantidad: la máxima de cantidad se formula como “haga que su contribución a la conversación sea, teniendo en cuenta los objetivos del intercambio, tan informativa como sea necesario (pero no más informativa de lo requerido)”. Es de suponer que ser “informativo” incluye transmitir a un interlocutor información novedosa o impredecible cuando sea oportuno hacerlo.

En esta máxima se debe decir todo lo que sea necesario o se requiera pero nada mas.

Máxima de relación: Grice formulo la máxima de relación de una manera especialmente escueta: “sea relevante”. La relevancia tiene que ver, por lo menos, con dos aspectos:

a) Que tipo de conocimiento guarda relación con un tema determinado, y
b) Que clase de conocimiento será útil para alcanzar cierto objetivo.

Es por eso que los hablantes deben limitarse a lo que es relevante.

1.3.3 Ambigüedad

Berko, J (1999) expresa que el discurso sirve como un contexto y afecta a la interpretación de las oraciones y palabras, orienta en una dirección determinada la interpretación de lo que de otra forma serian palabras o frases ambiguas. Por ejemplo, algunas oraciones pueden interpretarse literalmente o figuradamente.

El contexto puede incitar a los lectores a decidirse por uno o por otro. Por ejemplo, cuando se hizo referencia al párrafo sobre Colón, probablemente interpretó la frase “tres robustas hermanas” literalmente, imaginándose a tres robustas hermanas. Solo después de leer que el tema propuesto por el pasaje era el viaje de Colón habrá interpretado que esa misma frase se refería de manera metafórica a los tres barcos que componían su expedición.

1.3.4 Metáfora

Las metáforas constituyen una interesante forma de discurso que ha merecido la atención de la psicología desde hace unos 20 años, aunque la mayoría de los lectores tan solo habrá hablado de ellas en clase de literatura. El contexto donde aparece una metáfora afecta a su interpretación y a su apreciación. Los lectores aplauden la metáfora de Haustone no solo debido a las conexiones preexistentes entre los conceptos tenor y vehiculo, sino también por su relación con el pasaje completo.

1.3.5 Ironía

La ironía es otra de las formas del lenguaje figurativo que ilumina la importancia del contexto para el significado. Consideremos el caso de un hablante que dirige un insulto irónico: “Eres un buen amigo” a alguien que no lo es. Denes y Winner dan cuenta de todo lo que ocurre en el proceso de interpretación de este enunciado para que signifique lo contrario de lo que literalmente expresa. Revisan diversas teorías actuales que comparan la comprensión de las formas literales y no literales y argumentan a favor de un modelo de procesamiento del lenguaje de significado múltiple. Según este modelo, los significados tanto literales como no literales se derivan y deben procesarse o bien simultáneamente o en otro orden. El contexto, sin embargo puede afectar al orden de procesamiento. Una información que suponga tomar conciencia sobre una determinada actitud irónica del hablante hacia el tema de un comentario, puede disparar automáticamente la evaluación critica pretendida, antes de que el hablante se de cuenta de que entra en conflicto con el significado literal positivo de las palabras emitidas en realidad.

Consiste en expresar lo contrario de lo que se quiere significar, pero estableciendo al mismo tiempo un juego sutil con el lector, quien comprende el verdadero significado, oculto aparentemente en las palabras.

1.3.6 Actos de habla

Berko, J (1999) hace alusión a aAustin (1962) y Searle (1969) diciendo que los hablantes usan la lengua con muchos propósitos; para informar, preguntar, mandar, agradecer, disculparse, felicitar, prometer, ofrecer y casarse con alguien.

La mayor parte del tiempo, sin embargo, las acciones que se ejecutan mediante el habla son mucho mas sutiles y muchos menos inmediatas. Si los oyentes no perciben la función que se pretende dar a una enunciación, los hablantes consideran que no se ha entendido el mensaje, aunque se hayan reconocido todas las palabras emitidas, así como su forma sintáctica. Los actos de habla directa se definen como aquellos que emplean las formas sintácticas habituales para codificar las funciones lingüísticas usuales para lo que están específicamente diseñados. Es decir, los hablantes usarán frecuentemente la forma declarativa para informar a los oyentes.


CAPÍTULO II : EL TEXTO COMO UNIDAD DE INTERACCIÓN COMUNICATIVA

2.1 Tipos de texto

Se concibe al texto como cualquier manifestación escrita o verbal y de carácter complejo que se produce en la comunicación, y que no es posible concebirlo fuera de un contexto. Según Daniel Cassany y Bermudez, dicen; que el texto es la unidad lingüística comunicativa fundamental producto de la actividad verbal humana, caracterizado por su semántica, coherencia, su intención comunicativa y estructura.

Así como cada estudiante es una realidad diferente, con rasgos que le son propios y que define su personalidad; los textos también poseen estructuras propias que los particularizan y aunque ellos pertenezcan a un mismo tipo, no cabe duda que sus características varían de acuerdo a quien va dirigido, a la intención del autor, al asunto que trata. Por otra parte, existen textos que son más accesibles que otros, que se dejan leer con mayor facilidad que otros, y que por lo tanto merecen un tratamiento especial.

2.1.1 Texto Descriptivo

El texto descriptivo es considerado por algunas tendencias como un procedimiento lingüístico o como un modo de organización de contenidos.

Tradicionalmente se le define como una pintura hecha con palabras, es decir representar al lector un objeto, un paisaje, una persona y hacerle sentir una emoción, una experiencia o un sentimiento de quien describe. Como acto de habla, el texto descriptivo es el acto de mostrar como es una cosa.

Los elementos principales de toda descripción son: el sujeto, que es la persona que describe y el objeto que es lo que se describe.

1.- Estructura del texto descriptivo:

a) Título: enunciado que resume la información, éste puede ser explicito o implícito. El título fija el asunto y crea expectativas sobre la información que contiene el texto.
b) Tema: la nueva información aparece como una expansión del título, o la explicación de las partes del objeto descrito.

2.- Recursos para la elaboración del texto descriptivo.-

· El Tema: la temática abordada es diversa por que puede ser un objeto, un hecho, una situación, un paisaje, una experiencia, o algo interesante que conlleve a un acto de descripción.

· El Escritor: es quien selecciona la información en función de sus conocimientos, el conocimiento y expectativas del destinatario, los objetivos de si descripción; y quien mejor selecciona las estrategias para atraer la atención del lector.

· Empleo de Elementos Lingüísticos: en su colaboración se emplean recursos expresivos tales como: adjetivos, comparaciones, metáforas elementos que despierten el interés y ayudan a comprender mejor lo que se describe.

Tipos de Conectores en el Texto Descriptivo:

- Conectores de Espacio (arriba – abajo; derecha – izquierda)
- Conectores de Focalización (proximidad, distancia)
- Conectores Temporales (horas, estaciones, años)

3.- Proceso de Descripción.-
Todo acto de descripción debidamente ordenado pasa por tres momentos.

· Observación: primera cualidad que implica observar con atención el objeto motivo de la descripción.
· Reflexión: es le acto de interrogación, análisis y valoración del objeto a describir, en esta fase interesa lo esencial y no los datos superfluos.
· Expresión: se elige la materia lingüística que indique con precisión lo observado, considerado previamente un plan o esquema elaborado.

4.- Tipo de Descripción.-

a) Descripción Científica.- da a conocer un objeto de manera objetiva, se emplea un lenguaje denotativo y aparece en los manuales científicos.
b) Descripción Literaria.- plasma de modo subjetivo la visión de un objeto. El escritor intenta causar una impresión al lector, tiene un fin estético.
c) Según el objeto y el sujeto que se describe encontramos.-
Descripción de una persona se clasifica según el aspecto que se le focalice:
· Prosopografía.- se describen rasgos físicos, aspectos externos.
· Etopeya.- describe cualidades morales y psicológicas.
· Retrato.- combina aspectos físicos con la moral.
· Caricatura.- exagera rasgos físicos y morales de una persona.

d) Descripción Pictórica.- describe le paisaje. Sujeto y objeto se encuentran inmóviles, se trata de captar la luz y el color.
e) Descripción de una Realidad Abstracta.- se describen sensaciones, sentimientos, emociones, el mundo psíquico que se torna difícil pata ser expresado con palabras.
f) Descripción Cinematográfica.- aquí se describe el objeto en movimiento, para ello se requiere luz, color, movimiento, relieve y sonido.
g) Descripción de un Objeto.- describe las partes que componen un objeto, la función que se desempeñan y la relación que tiene con otros objetos de su entorno.


TIPOS DE DESCRIPCIÓN

TOPOGRAFÍA
Descripción de un lugar: → Orden espacial de los elementos. → Extensión, localización y aspecto general.

PROSOPOGRAFÍA
Descripción física de una persona: → Cara: ojos, nariz, orejas, cabello. → Cuerpo: altura, complexión, peso. → Vestimenta y otros aspectos importantes.


DESCRIPCIÓN DE UN OBJETO
→ Material → Para qué sirve → Tamaño → Cómo se usa → Forma → Color

ETOPEYA
Descripción del carácter de una persona: aptitudes, actitudes, hábitos, personalidad...

5.- Formas de Descripción.-

o De lo general a lo particular y viceversa.- cuando se describe globalmente y después precisamos los rasgos particulares.

o De lo próximo a lo más alejado y viceversa.- cuando destacamos lo mas cercano a nosotros y después lo más alejado en el tiempo y en el espacio.


2.1.2 Texto Argumentativo

El texto argumentativo es una forma de exposición que tiene como fin primordial defender o refutar una tesis, en ambos casos es necesario aplicar un buen procedimiento de argumentación.

1.- Estructura del Texto Argumentativo.-

a) Tesis: es la parte más importante del texto, es la idea central en torno a la cual se realizará todo un proceso argumentativo.
b) Premisas o cadenas argumentativas: son los supuestos teóricos o argumentos que rechazan o confirman la tesis. Se inicia la explicación o proceso del razonamiento lógico para probar y reforzar el argumento.
c) Conclusión – nueva tesis: se comprueba la idea o tesis planteada el inicio. Finalmente después de toda una sustentación, es posible que se llegue a una nueva idea.


2.- Recurso de la Argumentación.-

- Organización y selección de información.

· Seleccionar datos relevantes y sin ningún tipo de duda.
· Los datos debe tener una correcta interpretación y con un fin argumentativo.
· Su expresión o redacción sería eficiente si contamos con un esquema previo o plan argumentativo.
· En el desarrollo, cuidar que los elementos o premisas no sean contradictorios in incompatibles.
· Seguir una gradación de importancia.

3.- Técnicas de Argumentación.-

ü Asociación: une premisas que parecen diferentes para establecer entre ellas un punto de respaldo. Las ideas generan un argumento más compacto y convincente.
ü Disociación: en este caso se separan las premisas o ideas que parecían solidarias. Estas no ayudan a fortalecer la argumentación.
ü Inducción: se parte de hechos concretos para llegar a la ley general.
ü Deducción: se parte de las premisas válidas para llegar a establecer una conclusión.

4.- Tipos de Argumento.-

ü Argumentos de Autoridad: cuando nos basamos en datos brindados por personas de prestigio y que merecen nuestro respeto por su nivel de conocimiento, estudio y experiencia en la materia.
ü Argumentos de Ejemplificación: se parte de un caso particular para fundamentar una regla general.
ü Argumentos de Sentido Común: se recurren a las parábolas, proverbios, anécdotas, citas literarias y otros elementos que poseen fuerza expresiva y son producto del convencionalismo social (dichos, refranes, etc.)
ü Argumentos Analógicos: se establece un paralelismo entre lo que se argumenta y otro hecho que resulta familiar para el receptor o escucha.
ü Argumento en Verdades: se busca apoyo en teorías científicas, concepciones filosóficas y religiosas, que trascienden las experiencias.
ü Argumentos de Hechos: son datos que aluden a una realidad objetiva, suelen estar basados en la observación o ser producto de la convención.

5.- Organización de la Argumentación.-

Determinar un Plan: la eficacia del escrito de la habilidad y el talento del autor. Esta elaboración es todo un acto de creación único que aumenta una reflexión antes de empezar a escribir.

Primero el sujeto se dispone u ordena los datos que previamente tiene en la mente, y después les das forma escrita, empleando todos los recursos entes señalados y jerarquizando e interrelacionando debidamente los elemento o datos y descartando aquellas informaciones irrelevantes, de modo que todo lo tratado refuerce la tesis.

El plan permite seguir un orden para no desviar o confundir al lector y conseguir el objetivo trazado, aparte que se escribe con soltura, ordenando y redactando claramente la información.

El Esquema Previo: el plan tiene forma de un esquema donde se explicitan las cuestiones a tratar. El esquema estaría encabezado por una la tesis, luego se debe fijar las o la idea principal, según orden de importancia, no olvidemos que los datos de apoyo también son vitales para la argumentación.


2.1.3 Texto Narrativo:

1.- Antecedentes:

Haciendo una breve reseña diremos que el estudio de este tipo de textos lo realiza una disciplina en auge denominada Narratología, estos estudios tuvieron su inicio en 1928 con el libro del ruso Vladimir Propp: “Morfología del Cuento”, que influyo más tarde en América en 1958 y en el resto del mundo. Propp, analizó cien cuentos fantásticos de su país y todos tenían una misma orientación interna, una misma estructura y concluye:

- Se rompe una situación de equilibrio
- Aparece el protagonista y asume la misión de recomponerla
- Tribulaciones o dificultades del héroe
- El héroe cumple su misión
- Se restablece la situación inicial y el héroe es recompensado

Este sistema de Propp resulto insuficiente, por eso diversos narratólogos han propuestos otros sistemas. El de Claude Bremond en 1973, según este autor todo relato se compone de secuencias elementales. Cada secuencia consta de constituyentes, veamos:

NARRACION
. Situación previa a los
acontecimiento
. Acontecimientos
. Después de los acontecimientos
Situación inicial
Proceso de transformación de la situación inicial
Situación Terminal
. Acontecimientos que puede desencadenar una acción

. Acción desencadenada o no

. Si se desencadena éxito de la acción/ fracaso de la acción


Que puede convertirse en situación inicial de otra


2.- LA NARRACIÓN.-

Es aquel texto que explica la concurrencia de una serie de sucesos, verídicos, verosímiles o imaginarios, referidos a personas, que se distribuyen en un periodo de tiempo y lugar determinado que están relacionados por conectores temporales.

Narración es también un artículo del periódico, la novela, el cuento, la narración histórica, la parábola, el comic, el cine, algunos emplean el código oral, otros el escrito y estudian desde disciplinas diferentes, pero todos pertenecen a una misma raíz que es el texto; lo más importante es la ordenación temporal de los hechos y la relación de causa/consecuencia.

3.- ESTRUCTURA DE LA NARRACIÓN.-

a) Presentación o Marco Conceptual: se expone el contexto donde se produce los hechos (actores, situación espacial y temporal, etc.). Generalmente aparece al comienzo de la narración.

b) Intrincamiento o complicación: serie de hechos y accione que generan el conflicto y que como ya veíamos en el esquema de Claude Bremond se desarrolla todo un proceso de transformación de la situación inicial. Esta segunda parte es la médula de la narración por eso suele ser explicita en el texto.

c) Situación Terminal o Resolución: se resuelven los conflictos, se establece el equilibrio o simplemente las acciones y hechos llegan a su fin. Muchas veces encontramos una enseñanza o moraleja de manera implícita o explicita.

4.- RECURSOS NARRATIVOS.-

Todo relato consta de dos componentes: la historia (suceso) y la narración (procedimiento, manera de contar). La historia es el conjunto de sucesos que constituyen la narración.

A) El Narrador:
Es la persona que cuenta la historia, presenta el contexto y da a conocer las relaciones de los personajes.

Cabe hacer la siguiente aclaración, debido a los mecanismos de polifonía textual destacamos la importancia especial de la misma, indicando que en los textos narrativos literarios tienen un funcionamiento complejo y una denominación singular, por ello debe hacerse un tratamiento para cada texto: narrativo y narrativo no literario.

· Texto narrativo no literario: se presenta de la siguiente manera: la persona que relata y considerada como persona del mundo, sería el sujeto hablante, considerado desde el punto de vista de su actividad enunciativa, sería un locutor/yo, al locutor se le denomina narrador. Aun podemos percibir otras voces, asumidas por el narrador, pero que son puestas en sus personajes, serían los anunciadores. No podemos dejar de lado el destinatario, el interlocutor del narrador al que se le denomina narratario.

· Textos narrativos literarios.- cuando la narración esta dada por el autor mismo, él sabe todo lo acontecido, es narrador omnisciente. Cuando la narración es contada por el personaje, como sucedida a él mismo – narración autobiográfica, en este caso el narrador sólo sabe de la historia la parte que él conoce directamente o porque se la contaron, estamos frente al narrador personaje y por último el narrador se narra así mismo los hechos.

También se puede considerar la siguiente tipología de narrador:

a.- Narrador Omnisciente: narrador que conoce hasta los más íntimos pensamientos de cada uno de los personajes, habla en tercera persona y se divide en:

. Narrador Omnisciente Neutro: nos cuenta los hechos sin formar parte del relato
. Narrador Omnisciente Editorial: realiza cometarios y juicios sobre el relato
. Narrador Omnisciente Multiselectivo: narra los pensamientos, sensaciones y sentimientos del personaje.

b.- Narrador yo Testigo: narra en primera persona lo que observa en calidad de testigo, no participa directamente de la acción.

c.- Narrador yo Protagonista: narra en primera persona, esel personaje principal y toda la historia la vemos a través de él.

d.- Narrador Dramático: es el que presenta personajes y acciones, narra en primera o tercera persona, deja que los personajes viertan solos sus pensamientos.

B.- PERSPECTIVA NARRATIVA.-

Presenta los sucesos desde una óptica determinada. La perspectiva narrativa puede ser:

a) Perspectiva por detrás de los personajes: coincide con el narrador omnisciente y con el tipo de narración no focalizada. La mirada del narrador domina la historia y los personajes; su capacidad de maniobra y sus conocimientos son ilimitados, conoce cada pensamiento aun ignorado por el personaje, puede estar presente en distintas situaciones, emite juicios, se dirige al lector, etc.
b) Perspectiva desde los personajes:


CAPÍTULO III: LA ACCIÓN DISCURSIVA

3.1 Lenguaje y acción

Por lenguaje, se considera a los procedimientos realizados por cualquier animal con el fin de comunicarse. Esto incluye al ser humano, quien posee el lenguaje más sofisticado entre los animales. Sin embargo, hay escuelas lingüísticas que consideran al lenguaje como único del hombre. Lo importante, más allá de definiciones, es saber que hay importantes diferencias entre nuestro lenguaje y el de los demás animales. Estas diferencias que nos separan son:

- Dos sistemas gramaticales: oral y gestual
- Tiene un objetivo
- El discurso puede hablar de otros tiempos: pasado, presente o futuro
- Se transmite de generación en generación
- Separa el contenido y su forma
- El discurso hablado, es intercambiable con lo que se escucha
- Advierte sucesos nuevos

Existen unos requisitos mínimos que se deben cumplir para que se de el lenguaje. Estos factores indispensables son de tipo fisiológico, gramatical y semántico: se debe tener los medios físicos para emitir sonidos o gesticulizar lo que queremos decir, se necesita generar una estructura donde se ampare nuestro discurso, y tenemos que ser capaces de entenderlo.

El filósofo norteamericano J. Searle ha continuado y extendido la línea de investigación de Austin. Sostiene también que el uso o pragmática del lenguaje es un tipo particular o específico de acción, por lo que la teoría del lenguaje forma parte de una teoría general de la acción. Searle sigue defendiendo también el carácter convencional de los actos de habla, en tanto están controlados por reglas.

«Hablar un lenguaje es participar en una forma de conducta gobernada por reglas. Dicho más brevemente: hablar consiste en realizar actos conforme a reglas»

Lenguaje y acción es un criterio que Wittgenstein desarrolló en su producción posterior al Tractatus. Una persona se dice entender un enunciado cuando sabe qué hacer en el contexto del caso. De modo que el criterio nos remite al comportamiento de la persona, sus acciones y reacciones: si cuadran con lo esperado en el contexto comunicativo, con lo que los otros requieren y ante lo que los otros reaccionan en forma coordinada, si conforman un juego en donde los participantes no están cuestionando las reglas del mismo, sino, simplemente, están jugándolo, llevándolo adelante, entonces la persona podrá decirse que entiende los enunciados o expresiones del caso.

Entender, por tanto, es hacer. La significación lingüística, desde esta perspectiva pragmática, es la actividad que se lleva a cabo en su totalidad, y en la que el lenguaje sólo es una parte. Las palabras no tienen significados de por sí, sino en actividades humanas particulares en las que cumplen funciones de muchos tipos.

El lenguaje produce relaciones intersubjetivas, y es al mismo tiempo su producto. Por eso registra de ellas vestigios estructurales: la dialéctica de los deícticos que sustentan las estructuras de la subjetividad se manifiesta “en el corazón mismo de la lengua”, la comunicación no es solo el efecto empírico o superficial de la movilización de estructuras subyacentes; por el contrario, la estructura del diálogo es una matriz implantada en el lenguaje en el nivel de sus formas mas universales.

A K. Bühler se le debe la distinción entre dos aspectos de la actividad lingüística: el acto lingüístico y la acción lingüística. A esta última corresponde la función “instrumental” del lenguaje, que a través de sus operaciones sirve como medio para ciertos fines: persuadir, cooperar con otros, inducir comportamientos, etc. En cuanto acto, el lenguaje cumple la función de significar, de otorgar sentido.

El fundamento de la distinción reside en que, mientras la función propia del acto es inherente al lenguaje, las funciones de la acción desbordan lo lingüístico y atañen a otros ámbitos comportamentales.

Por ejemplo una determinada instrucción verbal, en cuanto acción del lenguaje, puede cumplir la misma función que un silbato para indicar el inicio de la jornada.

Las expresiones siguientes pueden equivaler, desde este punto de vista:

a) ¡Al tajo, idiotas!
b) Les recuerdo que son las ocho y dos minutos.

Pero parece obvio que constituyen actos lingüísticos distintos. Aunque ambos enunciados resulten instrumentales equivalentes, difieren desde el punto de vista de su sentido intersubjetivo: posición respectiva de los interlocutores, carácter directo o indirecto del mandato, actitud respecto al discurso, etc.

3.2 El hacer lo que se dice

3.2.1 La performatividad

Austin propone la división de los enunciados en dos tipos:

a) Los enunciados «constatativos» o «descriptivos», que como indica su mismo nombre, desempeñan una función constativa o descriptiva.
b) Los enunciados «realizativos», por los que en y por el lenguaje se lleva a cabo un determinado tipo de acción. Ejemplos:

a) «la puerta está cerrada con llave»
b) «yo te bautizo»
La diferencia entre estos dos enunciados está en que el primero es un enunciado constatativo que describe un estado de cosas y puede ser verdadero o falso, mientras que el segundo enunciado expresa la acción misma de bautizar, A este tipo de enunciados Austin los denominó «realizativos» o «performativos». La fórmula «yo te bautizo» no describe un estado de cosas, sino que enuncia la acción de bautizar.

Se debe a Austin la formulación inicial de la teoría de la performatividad, de la que arranca la propuesta de los actos de habla. Tradicionalmente se ha considerado que los enunciados representan o describen algún acontecimiento o estado de cosas, y que de esta propiedad deriva su valor lógico: un enunciado es verdadero si su descripción corresponde adecuadamente a aquello que describe, y falso en el caso contrario. Austin denomina “constatativos” a ambos tipos de enunciados, pero propugna que determinadas expresiones no son analizables en estos términos, ya que no describen nada y poseen la función específica de cumplir una acción.

Austin denomina “performativos” a la segunda clase de enunciados, cuya formulación “equivale a cumplir una acción, acción que acaso no se podría efectuar de otro modo.” A continuación se muestran algunos ejemplos:

a) Os declaro marido y mujer.
b) Prometo tomar la medicina.
c) Te felicito por tu ascenso.

Pero cabria pensar que si el enunciado constatativo “el reloj esta en la cocina” describe el hecho de que le reloj esta en la cocina, la expresión “te felicito por tu ascenso” describe igualmente un hecho: el de mi felicitación por causa de tu ascenso. Aun cuando mas tarde podremos aceptar que, en efecto, “te felicito por tu ascenso” posee también ese valor, siguiendo las iniciales propuestas de Austin, que lo especifico de tal enunciado es que la acción de felicitar consiste precisamente en decir las palabras “te felicito” u otras equivalentes; de modo, que antes que describir la felicitación, estas palabras la constituyen.

En las expresiones performativas “decir algo es hacer algo”. Porque decimos algo o al decir algo, hacemos algo. En términos similares, Benveniste propone: “jurar” consiste precisamente en la enunciación “yo juro”. La enunciación “yo juro” es el acto mismo queme compromete, no la descripción del acto que yo cumplo.

3.2.2 La autorreferencia en los performativos.

El enunciado performativo incluye generalmente morfemas deícticos de primera persona y de tiempo presente; no es difícil advertir las estrechas relaciones que vinculan la teoría de la actividad performativa con la más genérica teoría de la enunciación.

La enunciación se identifica con el acto mismo. Mas esta condición no es dada en el sentido del verbo; es la “subjetividad” del discurso la que la hace posible. Se ve la diferencia reemplazando yo juro por él jura. Mientras que yo juro es un comprometerme, él jura no es mas que una descripción, en el mismo plano que él corre, él fuma. Allí se indican los dos niveles de la emisión (enunciación, enunciado) como respectivas instancias a las que remiten los valores constatativo y performativo: el primero de ellos concierne a lo enunciado, y su sujeto, cualquiera que sea su forma pronominal, es un personaje enunciado; el segundo concierne al acto mismo de enunciación y la instancia subjetiva que presupone es necesariamente “la primera persona” del enunciador.

Lozano manifiesta, la autorreferencia constituye, una especificación de una propiedad más general del uso lingüístico: la reflexividad. Los performativos significan reflexivamente su valor de actos porque se presentan al mismo tiempo que representan.

Así la proposición: “Afirmo que Breton fue el sumo pontífice del surrealismo” no solo admite representativamente a las entidades “Breton”, “sumo pontífice”, “surrealismo”, sino que se presenta simultáneamente como un acto de aserción por parte del locutor. El sentido de la enunciación se nos aparece, de este modo, como el logro simultáneo de la significación (semántica) del enunciado y del sentido (pragmático) del acto.

3.2.3 Condiciones del hacer performativo

El uso cotidiano del lenguaje suele prescindir del criterio lógico de verdad en beneficio del criterio pragmático de sinceridad, como han señalado, entre otros, los filósofos pragmatistas y los analistas de “lenguaje ordinario”.

Pero la sinceridad no es aplicable unívocamente a todas las clases de actos de habla, y para algunas de estas no lo es en modo alguno. Evidentemente la atribución de sinceridad esta fuera de lugar en una expresión del tipo:

a) En un uso de mi autoridad, declaro sinceramente el estado de sitio.
b) Estoy sinceramente determinado a buscar trabajo.
c) Doy a usted mi más sincera enhorabuena.

Y, por otra parte, en Estoy sinceramente determinado a buscar trabajo y Doy a usted mi más sincera enhorabuena se suscriben dos sentidos distintos de sinceridad. En las ultima de estas expresiones el término “sincera” cuenta como un elemento con valor ritual, componente convencional de una fórmula, mientras que en Estoy sinceramente determinado a buscar trabajo “sinceramente” viene a ratificar la fuerza del compromiso actualmente suscrito. En otras palabras, mientras Doy a usted mi más sincera enhorabuena cuenta sobre todo como expresión de la intención del locutor de actuar correctamente, Estoy sinceramente determinado a buscar trabajo vale de expresión del compromiso del locutor respecto a las consecuencias del enunciado y cuenta como un acto responsable, es decir, susceptible de ser respondido.

Es las felicitaciones, pésames, bienvenidas y demás actos “comportativos”, la institución cultural de la cortesía exonera al locutor de enfatizar su adhesión al enunciado hasta el punto que exigen los “compromisorios” como promesas, pactos o garantías.

Benveniste, reconoce dos únicas clase de performativos: declarativos y yusivos en los que el enunciado dimana de un “poder reconocido”, por una parte, y por otra los actos que plantean un compromiso personal para quien los enuncia.

En el siguiente cuadro quedan reflejadas las observaciones anteriores, así como algunas hipótesis sobre la actividad performativa que se consideran relevantes para una concepción socio – semiótica:

Tipo performativo
Requisito esencial exigido al agente
Posición actancial
Actos de autoridad
Legitimidad dimanada de la institución.
El sujeto se presenta en su acto como portavoz o instrumento de la institución.
Compromisos
Sinceridad, asunción abierta de tales reglas.
El sujeto se presenta como origen o remitente del acto que ejecuta, como persona social.
Fórmulas
Corrección en el uso de las expresiones correspondientes.
El sujeto aparece como un actor comprometido con ciertos deberes sociales. Ejecuta un rol relativo a una posición interaccional.

a) Los tipos de actos que aparecen el cuadro corresponden a actividades sociales básicas inscritas en la práctica lingüística.
b) La actividad performativa aparece respaldada y orientada por instituciones y/o sistemas de reglas o convenciones no lingüísticas comúnmente aceptadas por una determinada comunidad, de los que dimanan ciertos requisitos exigibles para su actuación.
c) El cumplimiento de actos performativos implica ciertas posiciones de los agentes respecto a sus interlocutores efectivos o virtuales, respecto al discurso y respecto a alas propias reglas.

Tanto Austin como Benveniste reconocen que la autenticidad del acto de palabra se debe más a un conjunto complejo de condiciones verbales y extraverbales que a propiedades específicas de ciertos verbos. Para Austin, el cumplimiento cabal del performativo requiere de ciertas condiciones (“internas” y “externas”, en su terminología) de parte del os actores. Cuando estas no se dan, el enunciado resulta inadecuado o infeliz (unhappy) en cuanto acto. Pero la infelicidad puede producirse de distintas formas:

a) El acto resulta nulo o inefectivo si no va acompañado de una legitimación institucional o si el objeto al que se aplica no es adecuado: no puedo casar si no soy juez o sacerdote.
b) Aun sin ser nulo, el acto puede resultar abusivo por haberse formulado sin sinceridad: tal ocurre si prometo algo creyéndome incapaz de cumplirlo.
c) Puede que, habiendo resultado efectivo y no abusivo, el acto se vea vulnerado retroactivamente por el comportamiento posterior del actor. Se trata de una ruptura del compromiso interaccional que conlleva toda expresión performativa: es el caso de una promesa no cumplida, o el de una bienvenida que se ve contradicha por ulteriores manifestaciones de hostilidad o desagrado por parte del locutor.

3.2.4 Tipos de enunciados performativos.

En la Conferencia XII Austin presenta una lista de verbos por los que precisa una lista de las fuerzas ilocucionarias. Esta lista la clasifica en cinco grandes grupos, tomando como criterio de clasificación el tipo de fuerza ilocutiva que tengan:

a) Judicativos o veredictitos. Consisten en la emisión del algún juicio tras cierto proceso de apreciación o de razonamiento. Su modelo es el acto de emitir un veredicto: absolver, condenar, aprobar, diagnosticar, etc.
b) Ejercitativos o decretos. Son actos de decisión que manifiestan el ejercicio de un poder. Su modelo es una acto de designación: ordenar, designar, legra, proclamar, consagrar, etc.
c) Compromisorios. Comprometen al hablante en cierta línea de conducta ulterior. Su modelo es la expresión de una promesa: proponerse, prometer, pactar, jurar, apostar, etc.
d) Comportativos. Expresan actitudes frente a comportamientos de los demás. Su modelo es la formula cortes de agradecimiento: felicitar, agradecer, perdonar, deplorar, invitar, etc.
e) Expositivos. Clarifican o describen nuestras razones y argumentos. Su modelo es una fórmula oratoria del tipo “afirmo” o “repito que”: enunciar, negar, preguntar, observar, mencionar, etc.
3.3 Locución, ilocución y perlocución.

3.3.1 Significado, fuerza y efecto de las expresiones.

“Hablar es hacer”, el uso del lenguaje consiste en una actividad que incluye: el acto de decir algo, el que tiene lugar al decir algo, y el que acaece por decir algo. Austin los denomina acto locucionario, ilocucionario y perlocucionario, aun cuando no constituyen propiamente actos distintos, sino tres subactividades analíticamente discernibles en cada ejecución lingüística o acto de habla.

a) El acto locucionario incorpora también las propiedades de los enunciados constativos, incluyendo varias subactividades, lo esencial consiste en usar palabras con un significado y una referencia.
b) El acto ilocucionario en cuanto ilocución, el acto de habla posee una fuerza.
c) El acto perlocucionario pero decir algo es un tercer sentido: las palabras portan consecuencia en orden a los sentimientos, pensamientos y acciones de los interlocutores, es decir, producen resultados extralingüisticos. Por el hecho de decir algo se puede convencer, desanimar, asustar, sorprender, etc. a alguien. Se promueve algún efecto perlocucionario.

Con un ejemplo se pueden identificar los tres actos:

El acto de decir la expresión “perro peligroso” consiste en utilizar, en circunstancias determinadas, una oración gramaticalmente correcta del castellano con un sentido inteligible para los castellano parlantes (locución). Al decir “perro peligroso”, se advierte (ilocución). Por efecto de decirlo, se pueden producir en el receptor alarma, disposición cautelosa, irritación u otras respuestas (perlocución).

3.3.2 La operación ilocucionaria

Lozano (1999: 189) “lo que interesa ala teoría de los actos discursivos no es saber que estado psíquico representan las preguntas, sino cómo en virtud de un proceso de enunciación e interpretación tal acto locucionario resulta definido finalmente en cuanto pregunta”.

El acto ilocucionario consiste en una forma de interacción socialmente regulada. La ilocución interviene en la modificación de las posiciones y calificaciones de los agentes discursivos.

Como ejemplo de ilocución podemos tomar el acto de promesa. El cumplimiento de la promesa puede cerrar un sintagma narrativo, pero también puede constituir un contrato provisional con vistas a ulteriores actuaciones: los actores aparecen redefinidos por sus nuevas posiciones y por su nueva calificación modal que condicionarán conjuntamente la interacción posterior.

Ahora bien las reglas constitutivas de un ilocucionario fijan el carácter específico de ésta y no sus consecuencias perlocucionarias. Una regla constitutiva de la promesa establece, por ejemplo, que el hablante asume en su enunciación un compromiso, que se presenta como si estuviera obligado por la promesa, pero no, obviamente, que haya de cumplirla.

3.3.3 La cualificación intersubjetiva del efecto ilocucionario.

En la teoría de Austin el acto ilocucionario sólo se realiza si alcanza a obtener cierto efecto, lo que no implica que el acto consista solo en obtenerlo. Lozano manifiesta “en general, el efecto equivale a provocar la comprensión del significado y de la fuerza de la locución. Así realizar un acto ilocucionario supone asegurar la aprehensión (uptake) del mismo”. La intención ilocucionaria del locutor debe ser correspondida, de parte de su interlocutor común determinado efecto ilocucionario; sin tal correspondencia el acto ilocucionario no se puede considerar plenamente realizado. La aprehensión, o efecto elocutivo, consiste en el reconocimiento por el oyente de la intención elocutiva del hablante; esta última puede ser defendida como la intención de cumplir un determinado acto mediante el reconocimiento por parte del oyente de tal intención.

Lozano menciona “conviene diferenciar el efecto ilocucionario, vinculado al reconocimiento de la intención ilocucionaria, del efecto perlocucionario, consiste en determinada respuesta desencadenada a partir del cumplimiento de la ilocución”. En ciertas condiciones, la expresión “te voy a hacer añicos” tiene el efecto ilocucionario de amenazar al oyente, si esta la identifica como expresión amenazante, el oyente puede sentirse alarmado o no (efecto perlocucionario).

El ocasiones, la no coincidencia en la definición del carácter y de las presuposiciones del acto puede dar lugar a una negociación que tiende a establecer “una cualificación intersubjetivamente aceptada de la fuerza ilocutoria”.

3.3.4 El acto locucionario

Siguiendo a Austin citado por Lozano (1999:198) el acto locucionario es definido como acto de decir algo. La locución incluye tres subactividades:

a) la emisión de sonidos, en relación a la cual la expresión puede ser considerada como entidad fonética (acto fonético).
b) La emisión de ciertas palabras, pertenecientes a un cierto vocabulario y en conformidad con ciertas reglas gramaticales (acto fático).
c) El empleo de una frase determinada con cierto sentido y cierta referencia. A este nivel, específicamente semántico, la expresión puede considerarse como enunciado (acto retórico).

Lozano señala, “que si “por debajo” del sentido efectivo del enunciado identificamos el significado tipo o determinable de la frase “por encima” hallaremos aún su sentido pragmático”.

3.3.5 Secuencia de acciones

Entre otros autores, Labov y Fanshel han mencionado las reglas de secuenciación específicas de la acción discursiva, que no relacionan palabras, frases u otras fonemas lingüísticas, sino acciones como peticiones, amenazas, felicitaciones, etc. Entre las acciones mas relevantes para establecer una coherente segmentación del discurso habría que considerar aquellas que se relacionan netamente con el estatus de los participes, con sus derechos y obligaciones, con sus relaciones de intercambio en términos de organización social, esto según Labov y Fanshel citad por Lozano (1999: 200).

Un distinto tipo de relación funcional se presenta cuando un acto explica el tipo al que pertenece otro acto, como en el ejemplo siguiente: “Vendré mañana. Lo prometo”. Contrariamente, el segundo acto puede proponer una corrección o redefinición del primero; “Te juro que vendré. Bueno, trataré de hacerlo”. En ambos casos el locutor trata de dejar a salvo su fiabilidad, su competencia; otros muchos casos de comentarios o explicaciones cumplen la misma función, así por ejemplo: “Se ha reconciliado con Lucia. Eso se veía venir”, la segunda aserción cuenta con un arrogación de saber por parte del hablante, que además de ratificar la fuerza ilocucionaria de la primera aserción tiende a cualificarse en orden a la ejecución de actos ulteriores, es decir, en orden a objetivos estratégicos mas generales.

Es también muy común la realización de un acto que expresa condiciones de cumplimiento de otro: “has sacado buenas notas. Te felicito”. En esta ocasión el contenido proposicional de la primera aserción se refiere a un acto del oyente positivamente evaluado por el hablante, y tal evaluación cuenta como condición preparatoria del acto de felicitación.

3.4 El hacer de lo no dicho

3.4.1 La presuposición

Siguiendo a Ortega citado por Lozano (1999: 207) “una parte muy grande de lo que se quiere manifestar y comunicar queda inexpreso en dos dimensiones, una por encima y otras por debajo del lenguaje. Por encima todo lo inefable. Por debajo, todo lo que “por sabido se calla”. Este silencio actúa constantemente sobre el lenguaje y es causa de muchas de sus formas”, esta cita lo que pretende es la comprensión del discurso como una actividad que concierne tanto a lo dicho (lo dado o puesto) cuanto a lo no dicho (lo implícito o presupuesto), y en la que ambos componentes están “reflexivamente determinados”.

Una distinción debe hacerse entre la implicación lógica, que se impone al locutor, y la presuposición que es seleccionado por el, y en cuanto tal expresa una voluntad comunicativa. Por ejemplo cuando se afirma que: “Todos los animales son hermosos” queda lógicamente implicado por lo que se dice que hay animales hermosos. Lo que se hace al decirlo presupone que se tiene razones para pensar que todos lo animales son hermosos, pero también, por ejemplo, que el hablante cree en lo que dice, que juzga pertinente informar a su interlocutor sobre tal tema en tal circunstancia, etc.

3.4.2 Operaciones presupositivas

Las clasificaciones de presupuestos son muy numerosas, pero según el inventario de Ducrot es el siguiente:

a) Presupuestos generales: carecen de relación con la estructura de la frase.
b) Presupuestos ilocutivos: el cumplimiento de un acto ilocutorio particular puede presuponer que la situación de discurso haba posible y razonable cumplirlo.
c) Presupuestos de lengua: están ligados a la existencia de ciertos morfemas.

Los supuestos de la última de estas clases corresponden al tipo de presuposiciones analizados por los lógicos, desde Frege y Russell, en cuanto condiciones de verdad o de referencia de la proposiciones. De tal modo, tanto “él sabe que ella es analfabeta” cuanto “él no sabe que ella es analfabeta” presuponen que “ella es analfabeta”.

3.4.3 Funciones de los presupuestos

Schmidf afirma que las presuposiciones comprenden todo tipo de condiciones implícitas que los emisores cumplen cuando quieren realizar un acto comunicativo ilocutivamente eficaz.

Se puede tomar como ejemplo, la condición de verdad: en conformidad con la concepción del efecto ilocucionario, se debe admitir que “abra usted la puerta” cumple el acto de ordenar, pese a que en el momento de la enunciación la puerta designada esté abierta; el oyente podría describir retrospectivamente una situación de este tipo en términos como los siguientes: “me ordenó abrir una puerta que ya estaba abierta”, reconociendo simultáneamente el malogro de la condición de verdad y el logro de la orden. Esto quiere decir que las condiciones de aplicabilidad de los actos no parecen coincidir necesariamente con las de existencia.

Ducrot considera tres funciones básicas de los presupuestos en la actividad del habla:

a) Su conservación en el juego de preguntas y respuestas; acéptese que cualquier respuesta admisible a la pregunta “¿Quién te ha comprado el oro?” da por cierto el presupuesto de aquella: “alguien te ha comprado el oro”.
b) Su redundancia en el discurso.
c) Su exterioridad respecto a la concatenación de los enunciados, a los que proporciona un encuadramiento.

3.4.4 Inferencias discursivas

La implicación conversacional es un procedimiento por el que el oyente realiza una inferencia sobre la base de una transgresión de alguna regla conversatoria por parte del locutor.

El sobreentendido es el supuesto que se produce en la implicitación conversacional. De esta caracterización puede inferirse algunas de sus propiedades más notables:

a) El sobreentendido se produce a través de “un procedimiento discursivo, una suerte de razonamiento”.
b) Esa misma dependencia del acontecimiento enunciacional, sin respaldo a la semántica del enunciado, presenta el sobreentendido como inestable y difícilmente explicable mediante el recurso a reglas lingüísticas.

Por ejemplo al decir: “Esta mañana el jefe no llego borracho”, se puede sobreentender que habitualmente el jefe esta borracho por la mañana, pero no es admisible que tal sobreentendido resulta de la aplicación de una regla del tipo: “Al utilizar un enunciado con la forma En el momento t, el objeto A posee la propiedad P, se da siempre a entender que el objeto A posee la propiedad P sólo en ese momento”.

Lozano manifiesta (1999: 218) “debe señalarse una función del sobreentendido y que concierne al funcionamiento estratégico del discurso. La conocida respuesta: “eso lo ha dicho usted, no yo” con que algunas personalidades políticas apostillan las interpretaciones de sus entrevistadores ilustra esta táctica de “repliegue” enunciacional. El recurso permanente al sobreentendido en los discursos que suelen reputarse de “insidiosos” aparece como un procedimiento de elusión del compromiso locutivo y de preservación de una constante reversibilidad semántica de los enunciados”.

3.5 Actos ilocucionarios indirectos

3.5.1 Sentido literal y sentido indirecto

Siguiendo a Récanati citado por Lozano (1999: 221), “un acto ilocucionario se cumple indirectamente cuando el enunciado parece tener cierta fuerza, pero de hecho tiene otra distinta”. El cumplimiento de actos indirectos pone en juego numerosos elementos paralingüísticos y extralingüísticos, cuya pertinencia obliga a considerarlos como elementos intratextuales, la importancia de la entonación, la expresión facial, los gestos, la distancia, la postura de los interlocutores, etc., son importantes a efecto del logro indirecto de fuerzas ilocucionarias en el discurso oral.

Siguiendo a Searle citado por Lozano (1999: 221) “un acto indirecto acaece cuando no coinciden el “significado de la enunciación del hablante” y el “significado de la frase””. En muchos casos “el hablante pronuncia una frase, quiere decir aquello que dice, pero quiere decir también alguna otra cosa”. Searle coincide con todos los estudiosos del problema la diferenciar dos sentidos del acto indirecto: el literal y el propiamente indirecto. Con la distinción entre significado de la enunciación del hablante y el significado de la frase, categorías usuales en el análisis filosófico, Searle viene a designar respectivamente, el sentido pragmático de las expresiones, es decir, su valor en una situación concreta de enunciación, y el sentido semántico o significación “típica” de palabras y sentencias haciendo abstracción de su uso.

Searle señala que una frase como “¿puede pasarme la sal?” no se interpreta normalmente sólo en cuanto pregunta, sino también como petición, de modo que la expresión posee una doble fuerza ilocucionaria, el acto correspondiente al ejemplo anterior no implica necesariamente la realización de dos fuerzas elocutivas, y al ser solo sustantiva la petición, cabe decir que esta posee prioridad lógica sobre la pregunta en aquellos usos en los que ambas fuerzas coexisten. Parece obvio que “¿puede pasarme la sal?” significa una pregunta, pero no cuenta en todos los casos como cumplimiento de una pregunta.

3.5.2 El acto abiertamente encubierto

La teoría clásica de la acción lingüística considera como condición necesaria del cumplimiento de una ilocución que la intención ilocucionaria correspondiente posea un carácter abierto.

Récanati se ha referido al carácter abiertamente encubierto de las intenciones ilocucionarias en los actos indirectos: en la ejecución de éstos el problema consiste en como enmascarar la intención ilocutiva de modo que no se pueda no reconocer que ha sido enmascarada, la presentación de la intención del locutor permite tres tipos de efectos de discurso a los que el mismo autor denomina, respectivamente, “dejan entender”, “dar a entender” (o “insinuar”) y “sobreentender”; sólo este ultimo corresponde a un autentico acto ilocucionario cuyo cumplimiento implica en cualquier caso la consecución de los otros dos efectos: para sobreentender algo, hay que darlo a entender; para dar algo a entender, hay que dejarlo entender.

El dejar entender no pone en juego una intención comunicativa particular del hablante; lo implicado es público. El enunciado que se deja entender esta implicado por el enunciado actual teniendo en cuenta los principios conversatorios convencionales, este efecto discursivo corresponde a las presuposiciones semánticas y pragmáticas convencionales. Por ejemplo: “Manuel hablaba con Simón en la penumbra” deja entender pública y convencionalmente que Simón es un ser humano; deja entender también que el enunciador de “Manuel hablaba con Simón en la penumbra” cree en y tiene evidencia de lo afirmado. Ahora bien, el locutor puede utilizar la expresión “Manuel hablaba con Simón en la penumbra” con el objeto de dar a entender o insinuar que Manuel y Simón mantiene relaciones sexuales.

Finalmente, el sobreentendimiento corresponde a un verdadero acto ilocucionario, es decir, a un acto abierto o “necesariamente no secreto”.

3.5.3 Niveles de la acción en los actos indirectos.

Según Lozano (1999: 227) en la perspectiva de la estrategia interaccional, conviene destacar el problema de los niveles de realización de actos indirectos, se refiere a dos cuestiones: la relación entre locución e ilocución, y la posible multiplicidad de fuerzas ilocucionarias de un acto. Respecto a la primera cuestión, mientras la fuerza ilocucionaria corresponde al valor pragmático de una expresión, al sentido de la enunciación, el acto locucionario equivale al sentido del enunciado.

El acto locucionario correspondiente a esta expresión: “¿puede uestes atar al perro?” puede describirse mediante la perífrasis: “interrogación al oyente sobre la posibilidad de que lleva a cabo la acción de atar a un perro determinado”. La interrogación se significa, no se realiza. Respecto al ilocutivo del mismo ejemplo, su descripción puede ser: “petición al oyente de que ate a un determinado perro”.

Según la propuesta de Récanati, la categoría sarleana “contenido proposicional versus fuerza ilocutoria” se desdobla para ser aplicada a los dos niveles del acto. Se hablará de un contenido y una fuerza potenciales en el nivel locucionario del enunciado, y de un contenido y una fuerza actuales en la ilocución. La aplicación de estas categorías al ejemplo anterior da lugar al siguiente análisis, propuesto por Lozano (1899: 228):
Contenido proposicional virtual: “Posibilidad del oyente de atar al perro”.
Fuerza ilocutoria virtual: “Interrogación”.

Acto ilocucionario
significado (locución)

Contenido actual: “Atar al perro el oyente.”
Fuerza actual: “Petición.”Acto ilocutorio
cumplido (ilocución)


Clark ha reconocido en las expresiones de múltiple fuerza ilocutiva una propiedad de prioridad lógica tal que el logro de un cierto sentido pragmático cuenta como condición para el logro del otro. Por ejemplo: “¿Has olvidado sacar las entras?” puede estar proponiendo simultáneamente a su interlocutor los siguientes sentidos:

1) Pregunta literal
2) Aserción del olvido del interlocutor
3) Aserción del deseo del hablante de que el interlocutor realce la acción mencionada
4) Petición de que el interlocutor la lleve a cabo
5) Reproche por no haberla realizado.

3.5.4 Cómo responder

Como es propio del comportamiento estratégico, en la actividad discursiva la anticipación de las respuestas del interlocutor condicionan las decisiones locutivas del hablante, los actos indirectos pueden tender a evitar respuestas perturbadoras. Entre estas últimas cabe incluir la clase de respuestas que denominamos “impugnación”, a saber, un tipo de acto discursivo en el que se cuestiona o niega alguna condición de cumplimiento de un acto procedente del interlocutor.

En u ejemplo anterior se comentaba que a una pregunta del tipo “¿puedes pasarme la sal?” es posible responder cooperativamente, bien sea tomando en cuenta sólo la fuerza de petición indirectamente realizada, bien sea admitiendo también el valor ilocucionario de la pregunta. Como ha señalado Clark en la enunciación de un acto indirecto puede intentarse que junto al sentido indirecto se tome el sentido literal seriamente, o bien que este último sólo se considere pro forma. Clark, también habla de las “respuestas esperadas” como una clase de respuestas cooperativas que forman parte de un comportamiento interactivamente “normal”.

En las respuestas esperadas a actos directos o indirectos, el enunciado de respuesta puede a menudo segmentarse en varios “movimientos”, que corresponden a sub-respuestas verbales o no verbales correlativas a los diversos sentidos atribuidos al enunciado del primer locutor.

3.5.5 Modificaciones funcionales de los actos

Siguiendo a Davison citado por Lozano (1999: 234) ha comentado el uso de actos indirectos en referencia dos relaciones: la que mantienen los interlocutores entre si y la que se produce entre la proposición y las actitudes de los interlocutores respecto a ella.

Ciertos actos de habla “amenazan con hacer perder la cara a uno de los interlocutores”, sea la cara negativa o sea la cara positiva. Puesto que los interlocutores precisan poner a salvo tanto su propia cara como la del otro, se sirven de procedimientos correctivos cuando producen actos intrínsecamente amenazantes “contra la cara negativa” o positiva del locutor.

Parece obvio que mediante una aserción del tipo: “el coche debe de haberte costado un ojo de la cara” puede deducirse que se esta refiriendo al costo del automóvil.

Por lo que respecta a peticiones y mandatos, es observable el recurso a realizaciones indirectas que conllevan un cierto grado de despersonalización de retirada de la instancia enunciativa respecto a la responsabilidad última del acto. Las siguientes expresiones en el contexto de un viaje aéreo, la despersonalización exige la supresión de los performativos explícitos y el uso de expresiones indirectas de petición:

a) Les ruego que se pongan el cinturón.
b) Se ruega que se pongan el cinturón.
c) El piloto ruega que se pongan el cinturón.
d) Las normas internacionales exigen que se pongan el cinturón.
e) Las normas internacionales exigen que los pasajeros se pongan el cinturón.
f) Los pasajeros están obligados por las normas internacionales a ponerse el cinturón.

Otra línea de análisis, también atenta a los procedimientos correctivos de las perturbaciones interaccionales, se ha interesado explícitamente por los comportamientos lingüísticos de cortesía y mitigación y por las modificaciones de la fuerza ilocucionaria que los caracteriza. Los procedimientos de mitigación que se identifican son: las formas evasivas léxicas y sentenciales y las sustituciones de un tipo de acto por otro.

El recurso mitigador a actos indirectos o sustitutivos funciona según el siguiente principio: un tipo de acto puede ser sustituido por otro que involucre obligaciones menos onerosas y menor riesgo de pérdida de cara para el destinatario; así, un imperativo puede ser mitigado por un declarativo y éste por una pregunta, pero la sustitución nunca puede efectuarse en el sentido inverso con fines de mitigación. Los actos siguientes aparecen ordenados según un grado creciente de mitigación:

a) Saca al perro de paseo
b) Hay que sacar al perro de paseo
c) ¿Vas a sacar al perro de paseo?

“En suma, los actos indirectos no son sólo un instrumento de corrección anticipativa d efectos puntuales indeseados, sino también un procedimiento de modificación anticipativa de los estados modales y de las posiciones sintácticas del sujeto que éste prevé en función del conjunto del recorrido accional” según Lozano (1999: 241).



CONCLUSIONES

Ø El texto es la manifestación lingüística socialmente normal en los procesos de comunicación; esto es, el texto es la unidad mínima de información, de comunicación y de interacción social.

Ø Todo texto para ser entendido debe poseer cohesión es decir una relación manifiesta entre los elementos del texto, además, debe poseer coherencia que es fundamental en los textos y por último el texto debe ser aceptado entre los interlocutores.

Ø El texto es la unidad lingüística comunicativa fundamental producto de la actividad verbal humana, poseen estructura propia que lo particularizan, por tal motivo es que el texto se manifiesta en diversos tipos como son el descriptivo, narrativo, argumentativo.

Ø Dentro de la acción discursiva sobresale mucho el lenguaje, es decir, la forma en que una persona da a entender un enunciado cuando afirma o hace un enunciado sin dejar de lado la acción, es decir, utilizando expresiones.

Ø Dentro de la acción discursiva, existe también la locución, ilocución y perlocución cuando nosotros decimos algo, el tener lugar al decir algo y cuando necesitamos decir algo.



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